CAPÍTULO 5.

MAPAS DE LA REGIÓN METROPOLITANA DE LA PAZ

La seguridad alimentaria está altamente relacionada con las variables biofísicas del territorio, por lo que a continuación se comparte una serie de mapas que permiten visualizar las distintas características presentes en la RMLP.

La hipsometría es el análisis de un conjunto de métodos y procedimientos para determinar y representar la altitud o “cota” de cada punto respecto a un plano de referencia. La hipsometría permite representar el relieve del terreno incluyendo planos de curvas de nivel, perfiles altitudinales, entre otros datos relevantes.

Gracias a los diversos recursos tecnológicos disponibles en plataformas digitales de entidades internacionales, es posible generar Modelos Digitales del Terreno, modelos de sombras y otros elementos que aportan al análisis de variables altitudinales que son incorporados a diferentes estudios técnicos como, por ejemplo, aquellos relacionados a la seguridad alimentaria.

En el caso de la RMLP, existe un gradiente altitudinal variado que contempla una altura mínima de 416 m.s.n.m., en el sector norte de Zongo, hasta una altura máxima de 6.394 m.s.n.m., en el sector de la Cordillera Real. Este factor es un aspecto que influye directamente en la producción agrícola, al existir una dependencia directa entre altura y temperatura de un determinado lugar.

PERFILES

El gradiente altitudinal de la RMLP y la red vial generan un contraste en su estructuración en vista de que, en la parte altiplánica, comprendida por los municipios de El Alto, Laja, Pucarani y Viacha se cuenta con varias vías de primer orden, o principales, lo que facilita el traslado de productos a los centros de distribución o mercados. Lo opuesto sucede en la parte norte de la RMLP (accidentada topográficamente), comprendida por el macrodistrito de Zongo, del municipio de La Paz, que sirve como ruta de acceso para los municipios de Caranavi, Coroico y Yanacachi, donde, al margen de las condiciones topográficas, existen condiciones climáticas que generan derrumbes de manera recurrente, afectando el funcionamiento de vías y ocasionando retraso en la llegada de productos de estos sectores a los centros de distribución.

Los tipos de suelo identificados en la RMLP son:

Gleysoles (ganadería en pastos naturales, aptitud baja). Suelos con un horizonte saturado con agua freática y por encima un horizonte del ascenso capilar, con agua en los primeros 50 cm, colores rojizos, grisáceo, azuloso, parduzco o amarillento. Asimismo, con reducción de los óxidos de hierro, reoxidan a donde llega el oxígeno del aire, ubicados en climas con mucha precipitación o poca evapotranspiración, ocupan 625 millones de hectáreas, con vegetación higrófila y son ideales para el cultivo de arroz inundado.

Fluvisoles (cultivos anuales intensivos, aptitud alta). Suelen utilizarse para cultivos de consumo, huertas y cultivos de pasto. Es habitual que requieran un control ante inundaciones y drenajes artificiales y que se utilizan bajo regadío. Cuando se drenan, los fluvisoles tiónicos sufren una fuerte acidificación acompañada de elevados niveles de aluminio.

Cambisoles (ganadería en pastos naturales, aptitud media a baja). Suelos moderadamente desarrollados, profundos, con un importante contenido en minerales alterables en las fracciones de limo y arena, manifiestan cambios en horizonte sub superficial. Permiten un amplio rango de posibles usos agrícolas. Sus principales limitaciones están asociadas a la topografía, bajo espesor, pedregosidad o bajo contenido en bases. En zonas de elevada pendiente, su uso queda reducido al forestal o pascícola.

Leptosoles (ganadería en pastos naturales, aptitud media). Suelos delgados, que a escasa profundidad presentan una barrera física, como roca dura continua o mucha pedregosidad, o una barrera química como representa un sustrato muy carbonatado. Son suelos poco o nada atractivos para cultivos; presentan una potencialidad muy limitada para cultivos arbóreos o para pastos. Lo mejor es mantenerlos bajo bosque.

Luvisoles (cultivos perennes extensivos, aptitud media). Suelos que tienen mayor contenido de arcilla en el subsuelo que en el suelo superficial como resultado de procesos pedogenéticos. Predominan en zonas llanas o con suaves pendientes de climas templados fríos o cálidos, pero con una estación seca y otra húmeda, como el clima mediterráneo. Cuando el drenaje interno es adecuado, presentan una gran potencialidad para un gran número de cultivos a causa de su moderado estado de alteración y su, generalmente, alto grado de saturación.

Regosoles (cultivos perennes extensivos, aptitud media). Suelos minerales muy débilmente desarrollados en materiales no consolidados. Su uso y manejo varían muy ampliamente. Bajo regadío soportan una amplia variedad de usos, si bien los pastos extensivos de baja carga son su principal utilización. En zonas montañosas es preferible mantenerlos bajo bosque.

Es predominante en superficie Leptosoles (suelo apto para la ganadería en pastos naturales, aptitud media) con 36%, así también Regosoles (aptos para cultivos perennes extensivos, aptitud media) con 28%, se observa que también Fluvisoles (aptos para cultivos anuales intensivos, aptitud alta) es mínimo, al igual que los Gleysoles (productivo alimentario).

La red hidrográfica de la RMLP corresponde a la cuenca fluvial del Amazonas y a la cuenca cerrada del Altiplano. Los municipios de El Alto, Pucarani, Laja, Viacha y parte del territorio de Achocalla, pertenecen a la Cuenca del Altiplano; por otro lado, los municipios de La Paz, Palca, Mecapaca y parte del territorio de Achocalla pertenecen a la Cuenca del Amazonas.

La red hidrográfica que forma parte de la Cuenca del Amazonas presenta dos arterias fluviales importantes: el río Zongo, por el sector Norte, y el río La Paz, por el sector Sur; ambos ríos nacen en la Cordillera de La Paz, en los nevados Huayna Potosí y Chacaltaya. Durante su descenso, estos son alimentados por varios ríos que nacen en las laderas altas y que depositan sus aguas al cauce principal formando un drenaje de tipo dendrítico, donde las corrientes de agua se asemejan a las ramificaciones de un árbol.

La red hidrográfica que forma parte de la Cuenca del Altiplano presenta un drenaje de tipo centrípeto, en la cual sus cauces confluyen hacia el lago Titicaca. El principal curso de agua es el río Katari que nace en el nevado Huayna Potosí. A medida que desciende va aumentando de caudal, debido a que distintos ríos (Seco, Pallina, Colorado) tributan sus aguas al cauce principal.

A pesar de reivindicaciones esporádicas que modifican su estructura administrativa, desde el año 2008, el gran sistema La Paz-El Alto está bajo la responsabilidad de una sola empresa constituida en sociedad anónima: EPSAS S.A. Esta organiza la producción y la distribución del agua potable sin distinguir a los municipios de La Paz y El Alto.

El mapa del aprovisionamiento del agua potable muestra, en efecto, que la empresa administradora capta el recurso agua (que proviene de la escorrentía pluvial, y más puntualmente glaciar) tanto en los municipios de La Paz (Pampahasi), El Alto (Milluni) y Pucarani. Las operaciones de captación, potabilización, almacenamiento y distribución explican la subdivisión técnica (en tres subsistemas) del gran sistema La Paz-El Alto.

El agua captada en Hampaturi es transportada para su potabilización en una planta localizada en la ciudad de La Paz (planta de Pampahasi), antes de ser enteramente distribuida por red en toda la parte sureste del municipio (subsistema Hampaturi-Pampahasi, que alimenta a cerca de 272.000 habitantes). El agua captada en Milluni, en cambio, es potabilizada en la planta de Achachicala y es destinada a la red de distribución del centro de La Paz (subsistema Achachicala). Por último, el agua captada en Pucarani es tratada en El Alto, así como la de los barrios situados sobre las vertientes accidentales del municipio de La Paz. En El Alto, una serie de 30 pozos captan agua de la capa freática que se potabiliza en la planta de Tilata antes de ser distribuida por la red de El Alto (subsistema El Alto).

Todo estudio fisiográfico tiene como objetivo fundamental reconocer y delimitar las diferentes formas de tierra, así como los rasgos generales del modelado de la zona. La información fisiográfica suministra apoyo a otras disciplinas, como, por ejemplo, a la edafología, por la estrecha relación que existe entre el suelo y la fisiografía.

Existen fenómenos naturales y sus relaciones genéricas geográficas que permiten identificar las características fisiográficas. En este marco, la RMLP se encuentra ubicada entre dos grandes unidades fisiográficas: Cordillera y Altiplano, con una distribución de 68% y 30%, respectivamente. Estas dos grandes unidades se subdividen en otras categorías más específicas.

La importancia de la cartografía de vegetación exige tener en cuenta cuáles han sido los métodos, las ideas dominantes y las limitaciones técnicas, propias de cada época, que han condicionado su elaboración, así como la escala de trabajo u otros elementos tecnológicos que aportaron a su producción. Es, además, la base sobre la que se sustenta una notable cantidad de cartografía temática variada, como los mapas de riesgo de incendio y monitoreo de focos de calor, mapas de especies animales, mapas de suelos y de riesgo de erosión y de recursos naturales.

El mapa 5.7., de vegetación, muestra una amplia gama de biomasas con diferentes características fisonómicas y ambientales de la RMLP que incluyen pastizales hasta áreas cubiertas por bosques naturales. El clima es, sin duda, el factor natural más importante que afecta a la vegetación, y es que las plantas están plenamente condicionadas por la temperatura y la disponibilidad de agua. Se resalta que la altitud genera un orden de pisos, ya que a mayor altitud desciende la temperatura, por lo que el paisaje vegetal cambiará hacia formas adaptadas a un frío intenso.

La RMLP presenta un rango de precipitación pluvial anual que varía desde los 481 mm hasta los 1.621 mm. Achocalla y Palca se constituyen en los municipios con menor precipitación, en comparación con Laja y Pucarani que presentan mayor precipitación.

La precipitación pluvial permite la absorción de nutrientes por parte de las plantas y otra vegetación, asegurando que estas crezcan y generen una producción agraria satisfactoria; por ello, es uno de los factores medioambientales más relevantes vinculado al sector agrícola y productivo.

La precipitación varía en el espacio y el tiempo, por lo que no es uniforme. En términos generales, se puede indicar que las mayores precipitaciones ocurren en el sector noreste y sureste de la RMLP y disminuyen al alejarse en dirección oeste.

Otro aspecto relevante está vinculado a la provisión de agua a la población por medio de los sistemas de represas, mismas que se encuentran en los municipios de La Paz y El Alto, principalmente. El mapa 5.8 muestra un promedio de precipitación anual en milímetros por metro cuadrado en los ocho municipios integrantes de la RMLP.

El clima es un recurso natural que afecta a la producción agraria. Su influencia en un cultivo determinado, no depende solo de las características climáticas de la localidad en que esté situado, sino también, en gran medida, de las condiciones en que se desarrolla su producción. Es decir, tiene tanta importancia el nivel de exposición del cultivo al clima, como el nivel de vulnerabilidad.

La temperatura es un factor numérico que sirve para especificar la cantidad de calor o energía radiante de distintos cuerpos de la superficie terrestre que transmiten el calor al aire atmosférico. Esta es influenciada por la variación diurna, distribución latitudinal, variación estacional, tipos de superficie terrestre y la variación con la altitud. La RMLP presenta una temperatura media máxima de 24ºC y una mínima de -2,7ºC. Los sitios más calurosos se ubican en el sector noreste y sureste, con una temperatura que oscila entre los 15ºC y 24ºC. Por otro lado, el sector oeste se ubica en la zona altiplánica con una temperatura media de 6,1ºC a 10ºC.

La radiación solar es un fenómeno físico causado por la emisión de energía solar en forma de radiaciones electromagnéticas recibidas en la superficie terrestre. La recepción de energía solar varía según la hora del día, las estaciones del año y la altitud. La radiación solar es la generatriz de todos los procesos meteorológicos y climáticos que se dan en la superficie terrestre; igualmente, el sol es un factor imprescindible para sostener la vida de animales y plantas.

En el mapa 5.10., se observa que el sector noreste de la RMLP presenta los valores más bajos de radiación, entre 4,5 kwh/m²- día hasta 5,4 kwh/ m²- día, debido a que el territorio está ubicado en una zona de baja altitud sobre el nivel del mar. En el sector suroeste, la radiación solar aumenta debido a que el altiplano se caracteriza por un clima seco y una mayor altitud respecto al nivel del mar; esta región presenta valores de 5,4 kwh/ m²- día hasta 6,3 kwh/m²- día.

El desarrollo de la erosión puede adoptar un ritmo diferente dependiendo de múltiples circunstancias. Su avance puede afectar la productividad de la tierra y la fertilidad del suelo a tiempo de degradar la calidad del agua, facilitar el proceso de contaminación de aguas subterráneas y dañar la capacidad de drenaje del suelo. Se resalta que la rigidez de la estructura del suelo impide el flujo de agua en las capas más profundas.

El clima es una de las causas de la erosión, producida por precipitaciones abundantes. Como resultado de las fuertes lluvias, las zonas con poca vegetación y/o vegetación poco arraigada son particularmente vulnerables a los flujos de agua de las precipitaciones, por lo que el agotamiento de los suelos es inevitable. Complementariamente, la erosión eólica se produce durante fuertes rachas de viento; este tipo de erosión representa una amenaza sustancial, ya que el suelo está seco y, en consecuencia, es sensible a los cambios.

En la zona altiplánica, el sobrepastoreo y la tala de árboles o arbustos para leña hacen que el suelo quede descubierto y susceptible de ser lavado o arrastrado por el viento y la lluvia. En el sector noreste de la RMLP, específicamente en los valles, la deforestación y la ampliación de la frontera agropecuaria van empeorando los procesos de erosión.