3.1 INTRODUCCION

El municipio de La Paz, se ubica en la región andina de Bolivia y la vertiente oriental de los Andes, con una extensión total de 2012 km², está constituida por un área urbana que ocupa menos del 10 % del territorio, principalmente en la hoya de la ciudad de La Paz y sus laderas circundantes. El área rural comprende territorios montañosos, nevados y glaciares, lagunas y bosques húmedos de montaña de Yungas hacia el extenso valle de Zongo (Ergueta & Aranda, 2010).

El municipio de La Paz, se caracteriza por tres áreas o disstritos. El primero, el valle de la ciudad de La Paz, con una amplitud altitudinal de aproximadamente 1500 m, limita al norte y noreste con la cordillera oriental, al oeste con el altiplano y al sur con los valles que rodean el nevado del Illimani. El segundo distrito es Hampaturi con una superficie de 445 km² y está formado por 22 comunidades rurales; se caracteriza por montañas con glaciares, morrenas, roquedales y serranías, combinados con lagunas, bofedales y ambientes antropogenizados como las zonas de cultivo tradicional, pastoreo de camélidos y represas de agua. Finalmente, el distrito de Zongo con un área de 1397 km², dividido por dos sectores: el valle de Zongo que colinda con Hampaturi y Zongo-Choro que colinda con el municipio de Caranavi, siendo la parte tropical y amazónica del municipio de La Paz.

Aunque en los últimos años se ha avanzado en la investigación científica sobre la biodiversidad, Bolivia aún presenta vacios de información. La mayor parte de los esfuerzos de investigación se ha dirigido al inventario de vertebrados y plantas superiores (MDSP, 2001). En relación a los invertebrados, se carece de inventarios a nivel nacional, existiendo información sistematizada sólo de ciertas localidades y grupos. En este sentido, se estima que la diversidad de mariposas alcanzaría las 3000 especies aproximadamente, lo que ubicaría a Bolivia entre los cuatro países del mundo con mayor biodiversidad en este grupo (Morales, 2004), siendo por ejemplo el Valle de Zongo, Coroico y Caranavi, un centro ecológico de dispersión de mariposas muy importante a nivel nacional.

La fauna de mamíferos descrita para Bolivia comprende 389 especies silvestres, ocupando el treceavo lugar a nivel mundial y el cuarto lugar a nivel del continente sudamericano, después de Brasil (648 especies), Perú (467) y Colombia (442) (Tarifa & Aguirre, 2009). El municipio de La Paz, principalmente el valle de Zongo se constituye en una región muy importante para la conservación de mamíferos, porque se encuentran una especie endémica, el marsupial ( Marmosops creightoni), conocido de siete especímenes colectados cerca a la planta hidroeléctrica de Saynani a 2500 m de altitud (Voss et al., 2004).

En el grupo de las aves, Bolivia es uno de los países más ricos en especies con 1423 especies (Herzog & Maillard, 2010), que representan el 43% de toda la avifauna de Sudamérica. Bolivia ocupa el séptimo puesto a nivel mundial, después de Colombia, Perú, Ecuador, Indonesia y Venezuela (Rocha et al., 2012). Bolivia cuenta con 14 especies endémicas, de las cuales la mayoría se encuentra en los bosques secos interandinos (6 especies), seguida por los Yungas (5 especies). En el municipio de La Paz se encuentran al menos cuatro especies de aves endémicas de Bolivia ( Grallaria erythrotis, Myrmotherula grisea, Schizoeaca harterti, Atlapetes rufinucha), en la región de bosque húmedo de Yungas en el Valle de Zongo.

El orden reptiles está representado por unas 306 especies en Bolivia, cuyo grupo más diverso son las serpientes con 169 especies, del total de reptiles, 29 son especies endémicas, principalmente víboras con 18 especies (Cortez, 2009). Los reptiles del Valle de La Paz, son de amplia distribución en la región andina, con géneros típicos como Liolaemus (las lagartijas de la puna y altoandino boliviano) y Tachymenis (la culebra andina [ Tachymenis peruviana], biogeográficamente de amplia distribución en los Andes sudamericanos). Lo contrario ocurre con los reptiles del Valle de Zongo-Choro cuyo centro biogeográfico es más bien amazónico.

Los anfibios constituyen, al igual que peces, uno de los grupos menos documentados del país y se han registrado actualmente 254 especies y se estima que existen unas 350 especies, de las cuales cerca del 40% (60 especies) son endémicas del país (Reichle & Aguayo, 2006; Aguayo 2009). El valle de Zongo, se constituye en una región de altos endemismos en anfibios con seis especies ( Telmatobius bolivianus, Telmatobius verrucosus, Noblella sp., Oreobates zongoensis, Psychrophrynella chacaltaya y Yunganastes bisgnatus) (Cortez, 2011), la cual la convierte en una zona de alto valor para la conservación de anfibios.

Sarmiento & Barrera (2003) presentaron un inventario con 635 especies de peces en toda Bolivia, pero consideraron que esta cifra representa una subestimación del número real.

En los últimos años se continúan describiendo nuevas especies (Fernández & Osinaga, 2006; Fuentes-Rojas & Rumiz, 2008). Se estima la presencia de más de 700 especies de peces en Bolivia (Carvajal-Vallejos & Van Damme, 2009; Van Damme et al., 2009). La ictiofauna del valle de Zongo-Choro ha sido poco estudiada y apenas se conoce algunas localidades circundantes, cuya composición de las comunidades ícticas es en general de dominio amazónico.

En general, el Municipio de La Paz, se la puede dividir biogeográficamente en dos grandes vertientes o cuencas: La primera, la del Valle de La Paz, cuya fauna es en general de dominio andino con géneros típicos como Liolaemus en lagartijas u Orestias en peces y una avifauna predominantemente andina. Contrariamente, en la vertiente del Valle de Zongo predomina principalmente elementos faunísticos yungueño-amazónicos y con una riqueza y biodiversidad más grande, donde también los endemismos son muy altos, particularmente en el grupo de anfibios, aves y micromamíferos como en el caso de los marsupiales. Por lo tanto, el patrimonio faunístico del municipio de La Paz es muy heterogéneo dado el marcado gradiente altitudinal que predomina en su territorio, lo cual lo hace prioritario para la conservación.

3.2 OBJETIVOS

3.2.1 Objetivo General

Contribuir al conocimiento de la biodiversidad faunística, considerando sus amenazas y sinergismos con el medio abiótico, principalmente con los recursos hídricos del Municipio de La Paz.

3.2.2 Objetivos Específicos

  • Evaluación de la situación actual de la fauna silvestre del Municipio de La Paz en los espacios prioritarios para la conservación
  • Evaluación de los impactos ambientales sobre el medio biológico (fauna) del Municipio de La Paz.
  • Caracterización de la biodiversidad del Municipio de La Paz.
  • Identificación de las especies a monitorear (objetos de conservación) y sus amenazas.
  • Métodos de monitoreo para los objetos de conservación.
  • Análisis de sensibilidad de las especies a monitorear (OC) y criterios de amenaza (LR).
  • Asignación de valores de conservación para los OC.
  • Identificar áreas prioritarias para la conservación de la fauna silvestre.
  • Estimación de escenarios futuros de los grupos de fauna ante los cambios climáticos.

3.3 EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA FAUNA SILVESTRE DEL MUNICIPIO DE LA PAZ EN LOS ESPACIOS PRIORITARIOS PARA LA CONSERVACIÓN

El Municipio de La Paz, comprende dos grandes cuencas (el Valle de La Paz y el Valle de Zongo), que según su geomorfología, condiciones climáticas y diferentes formaciones vegetales difieren uno del otro. Por lo tanto, la fauna silvestre asociada a cada valle presenta una composición muy variable en relación a los grupos faunísticos. Sin embargo, existen algunos elementos faunísticos que son considerados generalistas que pueden encontrarse en una amplia variedad de hábitats o rangos altitudinales dentro de cada valle. Entre el grupo de las aves, podemos citar por ejemplo, a la ¨Pichitanka¨ ( Zonotrichia capensis), que suele asociarse a ambientes antrópogenizados, como áreas de cultivos y áreas urbanizadas a diferentes rangos altitudinales (Fotografía 3.3.1).

Fotografía 3.3.1.
La ¨Pichitanka¨ ( Zonotrichia capensis), ave típica en el Municipio de La Paz, Bolivia
(Fotografía: Omar Martínez).

3.3.1 Fauna del Valle de La Paz

3.3.1.1 Mamíferos

La mastofauna del Valle de La Paz, ha sido objeto de estudios muy específicos para algunas especies en particular. Mercado (1991) analizó la morfología molar y la dieta de ( Akodon boliviensis, Phyllotis darwini) en la región de Huajchilla, Taypichullo y Las Carreras; considerados como las especies más comunes en el Valle de La Paz. Gómez (1996), realizó un estudio complementario sobre del ciclo reproductivo de los roedores simpátricos ( Akodon boliviensis, Phyllotis darwini) en la región de Huajchilla. Tarifa et al. (2004), realizaron un análisis sobre los hábitats fragmentados de las vizcachas ( Lagidium viscacia) en 13 localidades del Valle de La Paz, determinándose la drástica reducción de sus territorios por el avance urbano y la destrucción progresiva de sus hábitats.

Mercado & Miralles (1991) hacen una descripción general de los mamíferos del Valle de La Paz, destacando la presencia de 38 especies, de las cuales 28 son especies silvestres y 10 especies domesticas. Los mamíferos grandes y medianos en el Valle de La Paz comprenden 14 especies, nueve de las cuales son consideradas especies domésticas. Entre las especies silvestres se destaca, la ¨Taruja¨ ( Hippocamelus antisensis) (Fotografía 3.3.1.1.1), una especie considerada amenazada en la categoría de En Peligro (Núñez, 2009), recientemente redescubierta en el valle de La Paz, aunque en el colindante Municipio de Mecapaca próximo a la región de Mallasa (Rechberger et al. in press). Otras regiones consideradas como hábitat de la Taruja, incluyen las tierras altas del Altoandino en Hampaturi, La Cumbre y Milluni.

Fotografía 3.3.1.1.1
Redescubrimiento de la taruka ( Hippocamelus antisiensis), en laderas andinas de la localidad de Llacasa, Provincia Murillo, La Paz (Bolivia)
(Fotografía: Omar Martínez).

Entre los micromamíferos (roedores y quirópteros) se registran 24 especies (Mercado & Miralles, 1991). Los roedores de las laderas del Altoandino incluyen a Akodon boliviensis, Akodon jelskii, Auliscomys pictus, Calomys lepidus y Neotomys ebriosus, mientras que en el Altoandino árido se encuentran tres especies de roedores caviomorfos: Ctenomys opimus, Octodontomys gliroides y Abrocoma cinerea, que ocupan microhábitats en laderas protegidas del viento.

Entre la Puna Húmeda Superior e Inferior (4400-3400 m), se encuentran los roedores: Auliscomys boliviensis, Auliscomys sublimis, Phyllotis osilae y Galea musteloides. Asociados a bofedales y turberas como en la cuenca de Kaluyo-Hampaturi, tenemos a tres especies de roedores del género Ausliscomys ( pictus, sublimis y boliviensis), así como Calomys lepidus, Neotomys ebriosus y el topo ( Ctenomys opimus), este último muy llamativo por construir guaridas al nivel del suelo, aunque su presencia es muy rara en el valle de La Paz. En la Cuenca del Rio Kaluyo-Pampa Larama y Hampaturi, es típica Phylotis osilae y sustituye a P. darwini rupestris a partir de los 3700 m hasta aproximadamente los 4200 m y desde esa altura esta sustituido por Auliscomys pictus, ya en el Altoandino. En el rango de 3500 hasta mas debajo de 2900, correspondiente al piso altitudinal de Valles Secos, con característicos suelos pedregosos, mayormente suelo desnudo con formaciones vegetales de cactáceas, tunares y arboles pequeños de Prosopis spp., en las cotas más bajas del Valle de La Paz (Aranjuez, Següencoma y Mallasa), son típicos ( Phyllotis darwini rupestris, Octodontomys glireoides, Galea musteloides) y el marsupial ( Thylamys pusillus). El roedor más conspicuo es O. gliroides por su cola larga y en forma de pincel, de ahí que sea conocido como ¨ratón cola de pincel¨.

Las especies de roedores con amplia distribución en el Valle de La Paz son Akodon boliviensis, que ocurre desde las alturas del Nevado de Chacaltaya (ca. a 4700 m), hasta la localidad de Valencia (2810 m), pasando por el centro de La Paz; y el roedor múrido, Mus musculus, ratón común de las casas y ambientes antrópicos. Contrariamente, los roedores de distribución reducida, son la Rata Chinchilla ( Abrocoma cinerea), conocido de un espécimen colectado en Llojeta; la Rata Cola de Pincel ( Octodontomys glireoides), encontrado entre Huajchilla, Llacasa y las partes menos perturbadas de Mallasa, mejor distribuidos en Mecapaca y Huajchilla, mientras que el Topo ( Ctenomys opimus), solo ha sido citado para la región de Jaccha Toloko a 4800 m (Mercado & Miralles, 1991).

La Vizcacha ( Lagidium viscacia), se distribuye en la Puna Húmeda Inferior y es más conspicuo en los Valles secos, pero en hábitats barrancosos y abruptos como son considerados los ¨ badlands¨ del Valle de La Paz. En los últimos años su hábitat ha sido seriamente amenazado principalmente por las construcciones de condominios que aplanan dichas tierras para habilitar terrenos para construcción de casas en la zona sur de La Paz (Tarifa et al., 2006).

El grupo de quirópteros del Valle de La Paz, está representado por cuatro especies ( Histiotus montanus, Lasiurus cinereus, Myotis albescens y el vampiro ( Desmodus rotundus), este último solo ha sido reportado para la quebrada Cañapa a 2840 m. Durante un estudio de trampeo de aves en la localidad de Ananta, colindante con Jupapina-Mallasa, se capturo un murciélago identificado como Histiotus montanus (Fotografía 3.3.1.1.2), de hábitat en valles secos al filo de un bosque de Prosopis sp. y tierras eriales en barrancos, conocidos como tierras malas o ¨badlands¨.

Fotografía 3.3.1.1.2
El murciélago ( Histiotus montanus), típico de valles secos de Mallasa-Mecapaca, en el valle de La Paz
(Fotografía: Omar Martínez).

La Liebre ( Lepus europaeus), es un animal introducido y se lo considera generalista, es decir, que ocupa gran variedad de hábitats en los pisos altitudinales del Altoandino, Puna Húmeda Superior e Inferior, así como de Valles secos, y se asocia generalmente a los cultivos de zanahoria, verduras y granos, por lo que es considerado como una plaga por los campesinos. Entre los carnívoros el más conspicuo es el Zorro ( Lycalopex culpaeus) (Fotografía 3.3.1.1.3), que al igual que la Liebre ocupa una gran variedad de hábitats y es el depredador principal de liebres y vizcachas. Otro carnívoro, considerado raro en el Valle de La Paz, es el Puma ( Felis concolor).

Entre los mustélidos, se destacan dos especies conspicuas en la hoya de La Paz, el Hurón ( Galictis cuja) y el Zorrino ( Conepatus chinga), ambas especies tienen amplia distribución en el Valle de La Paz, ocupando tierras altas del Altoandino (Pampalarama) hasta cotas bajas en los Valles secos (Mallasa, Següencoma y Mecapaca), y son consideradas como animales dañinos por los campesinos por que suelen atacar las cosechas.

Fotografía 3.3.1.1.3
El zorro ó ¨Kámake¨ ( Lycalopex culpaeus), un depredador de la puna y altoandino del Municipio de La Paz
(Fotografía: Omar Martínez).

3.3.1.2 Aves

La ornitofauna del Valle de La Paz y regiones aledañas es conocida a partir de estudios realizados en diferentes localidades circundantes a la hoya de La Paz, tanto en ambientes antropogenizados como en áreas poco intervenidas alejadas de áreas urbanas y periurbanas. Entre los estudios específicos para ciertas especies de aves destacamos el de Loayza et al. (1999), quienes describen la actividad alimenticia del Picaflor Gigante ( Patagona gigas) en arbustos de Nicotiana glauca, encontrando que los mayores picos de actividad diurna están al amanecer y otro a las cinco de la tarde y a su vez que la tasa de forrajeo promedio por individuo de P. gigas es de 44 flores libadas/visita/minuto. Olivera (1999), estudio algunos elementos de la ecología de la polinización por picaflores en el valle de La Paz y su posible efecto en los desplazamientos poblacionales de los picaflores: Sappho sparganura y Patagona gigas. Villegas (2005), describe la relación entre variables ambientales de urbanización y las comunidades de aves nativas en la ciudad de La Paz. Ortega (2009), realizó un estudio experimental del crecimiento de neonatos de la ¨Pisacca¨ ( Nothoprocta ornata) con lombrices rojas californianas ( Eisenia foetida) en el campus de Cota Cota. Campos (2010), desarrollo un índice biológico de integridad basado en comunidades de aves nativas en zonas urbanas y periurbanas de la ciudad de La Paz.

La diversidad y riqueza de la avifauna de la hoya de La Paz, ha sido ampliamente estudiada por Ribera (1991). Garitano & Gismondi (2003) estudiaron la variación de la riqueza y diversidad de la ornitofauna en 27 áreas verdes urbanas de la ciudades de La Paz, encontrándose 34 especies de aves asociadas a estos espacios verdes. Martínez et al. (2010), evaluaron la avifauna del Valle de La Paz desde 1996 hasta el 2003, registrándose un total de 136 especies en 30 localidades de estudio, de las cuales 18 especies fueron aves acuáticas concentrados principalmente en las Lagunas Jaccha y Charan Khota de Achocalla, asimismo se registraron dos especies endémicas ( Cranioleuca henricae y Upucerthia harterti) para valles secos, ambas en la localidad de Mecapaca. El Chiruchiru de las Tiqueras ( Cranioleuca henricae) es una especie amenazada en la categoría de En Peligro (Rocha & Balderrama, 2009), es muy rara y fue descrita en La Paz en 1997 y en los últimos años su población ha ido disminuyendo hasta el punto de llegar a extinguirse en algunas localidades como en el caso de Mecapaca y Sorata donde fueron registrados por última vez entre 1996 y 1997 (Lake et al., 2004).

3.3.1.3 Reptiles y Anfibios

La herpetofauna del Valle de La Paz, es poco diversa y se la considera de amplia distribución en la zona altiplánica y de valles interandinos. Entre los reptiles destacan dos especies las lagartijas ( Liolaemus alticolor walkeri, Liolaemus multiformis). La lagartija, Liolaemus alticolor se encuentra entre los 3000 a 3800 m, entre pajonales y arbustos de la puna; se cuentan con colectas de Huajchilla, Lipari, camino hacia Collana, Jupapina, Mallasa, Achocalla, la parte alta del Rio Irpavi, los cerros de Alto Següencoma, Llojeta y el cerro que bordea el camino entre la Avenida del Poeta y Villa Holguín (Baudoin & Pacheco, 1991). La otra lagartija, Liolaemus mutiformis, se distribuye en las zonas más altas del valle de La Paz, entre 4300 a 4900 m; se tienen colectas de las cabeceras de los ríos Kaluyo y Ovejuyo, la zona de la Cumbre, camino La Paz-Unduavi y en los alrededores del Nevado Chacaltaya (Baudoin & Pacheco, 1991). La especie Liolaemus multiformis (= Liolaemus signifer), ha sido objeto de estudio como medicina tradicional para uso en dolencias musculares y fracturas de huesos (De la Galvéz, 2002). Ocampo (2010), estudio parámetros fenotípicos en la biología de tres especies de Liolaemus en La Paz. Finalmente, Aguilar (2011), realizón una revisión taxonómica y sistemática del género Liolaemus en al altiplano y valles secos de La Paz.

Entre las serpientes del Valle de La Paz, se cuentan con dos especies ( Leptotyphlops albifrons, Tachymenis peruviana). Leptotyphlops albifrons, es una serpiente cavadora y por este hábito es muy difícil de observarla. En la Colección Boliviana de Fauna se cuentan con dos ejemplares, el primero proveniente de la quebrada del Rio Khellkata y el otro de Mecapaca, entre 2800 a 2900 m (Baudoin & Pacheco, 1991). La otra serpiente, Tachymenis peruviana es la más ampliamente conocida en la región andina, existen colectas de Jupapina, la Muela del Diablo, Aranjuez, Mallasa, zona de El Alto y Huajchilla (Baudoin & Pacheco, 1991). Otros registros corresponden al campus de Cota Cota, Mecapaca, Chicani, Ovejuyo y Lipari (O. Martínez, obs. pers.).

En el Valle de La Paz, se encuentran seis especies de anuros ( Bufo spinolosus, Pleuroderma marmorata, P. cinerea, Telmatobius marmoratus marmoratus, T. m. rugosus, Hyla pulchella y Gastrotheca marsupiata); una de estas especies presenta dos subespecies (Ergueta, 1991). El sapo ( Bufo spinolosus) es la especie más común, generalista y abundante en los hábitats naturales, pero también se la encuentra en áreas urbanas, jardines, parques y a lo largo de sistemas de alcantarillados. La rana Pleuroderma cinerea, es una rana pequeña (4 cm), se la encuentra entre 2800 a 4000 m en la Puna Húmeda Inferior y partes altas de los valles secos, en las proximidades de cuerpos de agua sin vegetación emergente. La rana, Pleuroderma marmorata es más pequeña (2.5 cm en machos y 2.8 en hembras) y ocupa el Piso Subnival y Altoandino, entre 4000 y 4800 m, frecuentando grietas de terreno, bajo las piedras y a veces sumergida en bofedales. La rana, Telmatobius marmoratus, es acuática, en el valle existen dos subespecies ( Telmatobius marmoratus rugosus y T. m. marmoratus). La primera habita las partes de menor altura del valle, en la Puna y Valles secos, hasta los 4100 m, ocupando pantanos, lagunas y lugares muy húmedos, mientras que la segunda en bofedales y riachuelos de gran altura (3800 a 4800 m) como en el valle del Río Kaluyo. La rana marsupial ( Gastrotheca marsupiata), es poco frecuente en el valle, frecuenta hábitats de valles secos y puna. Finalmente, las rana más vistosa del valle por su color verde es Hyla pulchella, se encuentra en árboles como el molle, arbustos de retama ó el agave, pero principalmente en plantas hidrófitas como la totora de los valles secos y puna; se cuentan con registros para Cota Cota, Aranjuez, Ovejuyo, Chicani y Mecapaca.

3.3.2 Valle de Zongo

El Valle de Zongo se encuentra circundada por la extensa cadena montañosa del Huayna Potosí-Charquini y La Cumbre hacia el límite sur y la cadena de los cerros Condoriri-Jankho Karka al oeste de su distribución. Similarmente por la cadena montañosa Ladrilluni y Tiquimani en la parte central del valle. En general, la fauna tiene un gran predominio de elementos amazónicos, particularmente en las tierras bajas del noreste del valle entre el polígono Zongo-Choro, Incahuara y Apana. Los elementos faunísticos de los Yungas predominan en las partes intermedias del valle de Zongo en localidades como Cañaviri, Santa Rosa, hasta Huaji, donde paulatinamente se mezclan con elementos faunísticos amazónicos a medida que se desciende de altura a nivel del cinturón del Municipio de La Paz que discurre hasta la localidad de Apana.

3.3.2.1 Mamíferos

La mastofauna del Valle de Zongo y regiones aledañas, ha sido objeto de estudios muy específicos para algunas especies en particular. Maffei & Miserendino (1999), estudiaron la dieta del zorro andino ( Lycalopex culpaeus) en la zona de Lambate (La Paz); cuyas piezas preferidas fueron los roedores ( Cavia aperea, Galea musteloides, Neotomys sp., Phyllotis xanthophygus, Oligoryzomys sp., Eligmodontia cf. puerulus, Andynomyx sp., Akodon sp., Rhipidomys sp.), un marsupial ( Thylamys pallidior) y también se demostró los hábitos carroñeros de esta especie con una presa preferida el burro ( Equus asinus). Rechberger (1999), describió la dieta y patrones de movimiento del zorro andino ( Lycalopex culpaeus) en la zona de Lambate (La Paz). Núñez (1999), documento la historia natural del Venado Andino ( Hippocamelus antisiensis) en Lambate, La Paz.

Pacheco et al. (2001) confirmaron la presencia del felino ( Leopardus tigrinus) para Bolivia, en el Cerro Hornuni, Parque Nacional Cotapata (colindante con el valle de Zongo) y ha sido considerado muy rara a nivel nacional. Este mismo felino, fue encontrado por el autor en septiembre de 1999, como mascota en la localidad de El Chairo (Fotografía 3.3.2.1.1).

Fotografía 3.3.2.1.1
El felino ¨Tigrillo¨ ( Leopardus tigrinus), un individuo encontrado como mascota en la localidad de El Chairo, colindante al cantón Zongo
(Fotografía: Omar Martínez).

Por otra parte, Gallardo (2003), estudio la riqueza de megamamíferos en parches de Alisos ( Alnus acuminata) en el PN ANMI Cotapata. Villalpando (2004), realizó estudio sobre la variación altitudinal y temporal de roedores y marsupiales en el cerro Hornuni del PN ANMI Cotapata. Burgoa (2005) y Burgoa & Pacheco (2010), determinaron la abundancia y uso de hábitat del Kúsillo ( Cebus libidinosus) en los alrededores de la Estación Biológica Tunquini, una región con una continuidad de la vegetación similar al bosque yungueño del valle de Zongo y encontraron que para un área efectiva de muestreo de 0.36 km², se obtuvo una tasa de encuentro de 1.48 grupos/10 km y 29.15 individuos/10 km de recorrido y la densidad de grupos estimada fue de 2.16 grupos/ km² y 29.1 individuos/km². Similarmente, en la Estación Biológica de Tunquini. Finalmente, Apaza (2002) y Apaza et al. (2010), estudiaron la ecología del mono ¨Marimono¨ ( Ateles chamek) en un bosque húmedo montano de los Yungas, cuya dieta de este primate fue altamente frugívora y los frutos de las plantas más consumidas fueron Protium montanum, Casearia mariquitensis, Podocarpus sp., Anomospermum sp., y especies del género Ficus.

Entre los estudios sobre la diversidad de la mastofauna en bosques húmedos de la región destacan el de Rios-Uzeda (2001), realizado en el Cerro Hornuni al límite del Municipio de Coroico y Municipio de La Paz, registrándose 21 especies ( Didelphis marsupialis, Dasypus novemcinctus, Dasypodidae sp., Lycalopex culpaeus, Herpailurus yaguaroundi, Leopardus pardalis, Leopardus wiedii, L. colocolo, Puma concolor, Conepatus chinga, Eira barbara, Nasua nasua, Tremarctos ornatus, Pecari tajacu, Hippocamelus antisensis, Mazama americana, Mazama chunyi, Lagidium viscacia, Dinomys branickii, Dasyprocta punctata y Cuniculus paca) para el Páramo Yungueño, Bosque Nublado y Bosque Húmedo de Yungas, a partir de métodos indirectos (huelleros con y sin atrayentes, y la búsqueda de heces).

En el Piso Altoandino (4900-4200 m), cuya fisonomía está dominada por montañas escarpadas, glaciares, roquedales y ambientes acuáticos conocidos como bofedales o vegas, sumado a las extremas condiciones climáticas, determinan la presencia de comunidades de fauna relativamente pobres en composición. Entre los roedores típicos se incluyen a Akodon boliviensis, Akodon jelskii, Auliscomys pictus, Calomys lepidus y Neotomys ebriosus. En las ladera aledañas a la Laguna Viscachani, se han registrado nueve especies de roedores sigmodontinos ( Oligoryzomys cf. destructor, Phyllotis osilae, Auliscomys pictus, Neotomys ebriosus, Akodon boliviensis, Akodon subfuscus, Chreomys jelskii, Oxymicterus paramensis y Galea musteloides) (Bernal, 1996). Entre los mamíferos medianos, resaltan las ¨Vizcachas¨ ( Lagidium viscacia) entre los roquedales del Cerro Charquini. Entre los predadores más frecuentemente reportados por los pobladores está el zorro ( Lycalopex culpaeus) que suele acechar el ganado ovino de la región. Eventualmente, el puma ( Felis concolor) sube hasta el nivel Altoandino, debido a la oferta alimenticia del ganado camélido principalmente.

3.3.2.2 Aves

La ornitofauna del Valle de Zongo es conocida a partir de estudios realizados en localidades aledañas y circundantes. Vidaurre (2002) describe la riqueza y abundancia de aves en parches de aliso ( Alnus acuminata) con y sin aprovechamiento selectivo en el PN ANMI Cotapata. Martínez (1999, 2003), estudio la composición y uso de sustratos de bandadas mixtas de aves en un bosque nublado de Cotapata (La Paz), identificándose 33 especies de aves ( Veniliornis nigriceps, Piculus rivolii, Synallaxis azarae, Cranioleuca albiceps, Margarornis squamiger, Pseudocolaptes boissonneautii, Phyllomyias uropygialis, Mecocerculus leucophrys, M. stictopterus, Mionectes striaticollis, Pyrrhomyias cinnamomea, Pipreola arcuata, Cyanolyca viridicyana, Atlapetes rufinucha, Catamblyrhynchus diadema, Chlorornis riefferii, Chlorospingus ophthalmicus, Hemispingus calophrys, H. superciliaris, H. xanthophthalmus, Creurgops dentatus, Thraupis cyanocephala, Buthraupis montana, Anisognathus igniventris, Iridosornis jelskii, Dubusia castaneoventris, Diglossa cyanea, Myioborus melanocephalus, Basileuterus luteoviridis, B. signatus, Conirostrum sitticolor, Cacicus leucoramphus y Amblycercus holosericeus) en grupos mixtos; éstas especies son consideradas de amplia distribución en los bosques montanos de Yungas y que también ocurren en el valle de Zongo. Montaño (2004) estudió el rol de las aves diseminadoras en la infección de plantas lorantácaes en la Estación Biológica Tunquini. Montaño (2007), evaluó la avifauna del PN ANMI Cotapata para aprovechamiento turístico. Finalmente, Serrudo (2011), describió las estrategias de forrajeo de cuatro especies de picaflores ( Coeligena violifer, Metallura tyrianthina, Heliangelus amethysticollis y Pterophanes cyanopterus) en la senda Sillutinkara del PN-ANMI Cotapata.

En el piso Altoandino del Valle de Zongo, son conspicuas las aves acuáticas asociadas a las lagunas como Laguna Zongo y Pata Khota, como los patos ( Anas flavirostris, Anas georgica, Lophonetta specularioides) y el Ganso Andino o ¨Huallata¨ ( Chloephaga melanoptera) que en ocasiones suelen congregarse en grandes grupos de 10 o > a 15 individuos. Otras aves acuáticas incluyen las ¨Chokas¨ ( Fulica ardesiaca, Fulica gigantea) y la Gaviota Andina ( Chroicocephalus serranus). Similarmente, algunos elementos aviares de este piso e inclusive a altitudes mayores a los 5000 m en el piso subnival incluyen a Attagis gayi y Gallinago andina, dos aves esquivas por su plumaje críptico, en este rango también son exclusivistas las paserina Diuca speculifera y Idiopsar brachyurus. Asimismo, entre las aves pequeñas resalta en este piso, el tiránido ( Anairetes alpinus) y el furnárido ( Cinclodes aricomae) descritos en un pequeño territorio de bosquetes de Polylepis pepei entre Pongo y Alto Chucura en el Municipio de La Paz, ambas especies son consideradas amenazadas en la categoría de En Peligro (EN) y En Peligro Crítico (CR), respectivamente (Vogel & Davis, 2002; Vogel & Hennessey, 2002; Gómez, 2009a, 2009b).

3.3.2.3 Anfibios

El conocimiento de los anfibios del Valle de Zongo y regiones aledañas, ha sido ampliamente desarrollado y la mayoría de ellos se concentraron para algunas especies en particular. Ergueta (1993) describe aspectos de la biología y ecología de Phrynopus laplacai (Anura: Leptodactylidae) en un bosque nublado de altura de Yungas (Pongo, Unduavi y Cotapata). Esta rana, Phrynopus laplacai, se encuentra distribuida entre lo 2900 y 3800 m y se ha comprobado su presencia en bosques húmedos cercanos como Zongo (a 3200 m) en hábitats de pastizales húmedos con musgos de Sphagnum sp., Muehlenbeckia y gramíneas como la Stipa sp., en bosques bajos de ceja de monte. Finalmente, Aillón (2010), estudió la densidad poblacional, abundancia y aspectos reproductivos del anfibio endémico y amenazado, Psychrophrynella wettsteini en el PN ANMI Cotapata.

Los anfibios del Valle de Zongo, fueron ampliamente estudiados por Cortez (2009a, 2009b, 2011) a lo largo de un gradiente que cubre los pisos Subnival, Altoandino, Páramo Yungueño, Ceja de montaña, Bosque Nublado y Bosque Húmedo de Yungas. En este estos estudios se registran un total de 15 especies para todo el rango altitudinal del Valle de Zongo. Se destaca la presencia del anuro ( Telmatobius marmoratus) para las tierras altas del Piso Subnival y Altoandino para la región de Huayna Potosí. En el páramo se asocian cuatro especies de anfibios. El primero, Telmatobius bolivianus fue registrado en Tiquimani, mientras que Telmatobius verrucosus fue observada en Huayna Potosí . La tercera especie, Psychrophrynella chacaltaya fue registrada en los alrededores de la Laguna Vizcachani, y finalmente, Pleuroderma marmoratum fue identificado en Botijlaca y Laguna Vizcachani.

Al Bosque Nublado en Ceja de monte se asocian tres especies ( Telmatobius verrucosus, Noblella sp. y Yunganastes bisignatus), esta última especie considerada endémica del Valle de Zongo. Finalmente al Bosque Húmedo de Yungas, se asocian ocho especies de anuros, entre los cuales destaca, el endémico ( Oreobates zongoensis), especie amenazada como en Peligro Crítico (Reichle & Cortez, 2009); esta especie fue descubierta en 1997 en las inmediaciones a la Planta de Harca por Reichle & Köhler (1997) y a la fecha no ha sido vuelta a registrar.

3.4 EVALUACIÓN DE LOS IMPACTOS AMBIENTALES SOBRE EL MEDIO BIOLÓGICO (FAUNA) DEL MUNICIPIO DE LA PAZ.

Las actividades humanas originan transformaciones de los ecosistemas, ante las cuales éstos pueden responder manteniendo el equilibrio, y por lo tanto su capacidad productiva. Por otro lado, en algunos casos, las transformaciones superan la capacidad de adaptación de los ecosistemas y éstos entran en procesos de degradación. En esta parte se presentan algunas observaciones preliminares de los procesos de transformación y sus posibles consecuencias y sinergismos con la fauna local.

3.4.1 Alteraciones en Ecosistemas Terrestres

El intercambio de materia y energía de los ecosistemas puede verse afectado de diferentes maneras por una serie de factores. En el caso de los Valles de La Paz y Zongo, los impactos más importantes son la pérdida y la fragmentación del hábitat, causadas por la extracción de madera, construcción de caminos y el consiguiente avance de la frontera agrícola para el cultivo principalmente de papa ( Solanum tuberosum) en las laderas altoandinas y coca ( Erytroxylum coca) en las laderas de bosques húmedos de Yungas. Por otra parte, la presencia de ganado vacuno y ovino, principalmente en la tierras altas del Altoandino y Puna (Kaluyo, Pampalarama y La Cumbre) y zonas circundantes a las partes altas del Valle de Zongo, alterando los ciclos de materia y energía naturales. Otras actividades locales como la caza y pesca, el desbosque de las selvas de Yungas y la actividad de explotación minera, tienen una influencia fuerte en la integridad ecológica de ecosistemas terrestres y la fauna asociada.

Desde el punto de vista del hábitat de la fauna local, gran parte de las formaciones vegetales, principalmente en la Ceja de Monte y Bosque Húmedo Montano en el Valle de Zongo presenta todavía extensiones importantes de formaciones boscosas y está habitada por una biota relativamente natural, de modo que muchos de los intercambios de materia y energía entre cada uno de ellos no parecen haber sufrido mucho, porque son bosques de montaña con pendiente mayores a 45 grados y sobre todo por tener regímenes pluviales muy altos que no permite el asentamiento de pobladores, ni la agricultura.

Las comunidades bióticas de las formaciones vegetales de páramo con unidades vegetales exclusivas como los bofedales tiene suma importancia como hábitat de la fauna, particularmente aves limícolas (aves que aprovechan el fango y cieno de lechos y fondos acuáticos), entre ellos se destacan los chorlitos y otras acuáticas como (patos), que van buscando su alimento ente el fango y cieno de los reservorios de agua. Estas formaciones vegetales responden a una dinámica ecológica muy frágil debido al retroceso de los glaciares en los picos de montaña, cada vez van decrementando las fuentes de abastecimiento de agua a las planicies parámicas y en definitiva por efectos de cambio climático, estas planicies altoandinas son susceptibles a ser impactados ambientalmente. Estos ambientes parámicos reciben sus aguas de los sistemas glaciares y nevados como el Huayna Potosí, Charquini y Japa Japani, se prevé que entre los organismos más susceptibles al cambio climático están los anfibios. El valle de Zongo es una región con alta diversidad de anfibios con un total de 15 especies y además es una región con alto endemismo de este grupo con un total de seis especies endémicas ( Psychrophrynella chacaltaya, Yunganastes bisignatus, Noblella sp., Oreobates zongoensis, Telmatobius bolivianus y T. verrucosus) y de las cuales tres ocurren principalmente en el páramo y una especie es propia del Altoandino ( T. marmoratus). Estas especies se encuentran en alto riesgo de peligro de extinción por pérdida de hábitat y todas se encuentran amenazadas localmente como En Peligro (Cortez, 2010).

Impactos a las formaciones de bofedales y vegas se manifiestan por las actividades humanas. Se ha observado en la parte alta del Valle de La Paz, en el sector de Kaluyo hacia Pampalarama, existen extensas áreas (aprox. 500 Has) de turberas impactadas por la extracción de las capas superficiales y capas subyacentes de turba que es explotada por los pobladores locales, dichas capas de turba colectada, por lo general alcanzan 1 m de profundidad y en otros casos hasta > a 2 m de profundidad (Fotografía 3.4.1.1) y la misma es comercializada para los jardines de la ciudad de La Paz (Anexo 3.2: Fotografías 54 y 55).

La turba, al estar normalmente saturada de agua y expuesta a bajas temepraturas, se descompone más lentamente que su ritmo de crecimiento, aumentando su volumen con el tiempo. Los bofedales, además de contar con grandes cantidades de matería orgánica y carbono, son importantes reservorios de biodiversidad y también de agua, pues regulan los flujos que bajan de las cordilleras, acopian el líquido durante las épocas de abundancia y lo proveen en las épocas secas (CIPCA, 2009). Estas actividades extractivistas de la turba impactan en estos ecosistemas frágiles, degradando la calidad de los suelos que son expuestos a procesos erosivos. La pérdida de hábitat para ciertas especies de fauna silvestre, puede deberse a estas malas prácticas. Por ejemplo, este suele ser el típico hábitat de los Topos ( Ctenomys opimus), que ya eran muy raros a principios de la década de los 90ś (Mercado & Miralles, 1991) o la ausencia de camélidos como la vicuña responda a estas malas prácticas en la cuenca del valle de Pampalarama y Kaluyo, debido a la falta de turberas y vegas altoandinas donde ramonean y buscan su alimento estos camélidos. En la parte baja de Kaluyo, existen otras amenazas al medio biótico, por la antigua estuquería Bedoya y la actual industria de áridos, cuyos impactos en el factor suelo y caudal de las aguas del río son extremadamente serios.

Fotografía 3.4.1.1
Dos aspectos de la extracción de turba en las planicies del valle de Kaluyo por la gente local
(Fotografías: Omar Martínez).

Dado que los bosques de Yungas son los más susceptibles a interferencias humanas sobre todo por el avance de la frontera agrícola y la extracción de madera. De continuar estas actividades que atentan la integridad ecológica, se prevé que para escenarios a futuro como al 2050, toda la masa boscosa de bosque primario será reemplazada por bosque secundario en terrenos aptos para la agricultura con pendientes leves a moderadas (hasta 45°). En la actualidad, se advierte notoriamente en la región del Valle de Zongo procesos de fragmentación, efecto de barrera y pérdida de hábitat para la fauna. Considerando que el Valle es estrecho en forma de ¨V¨, esto no permite que toda la superficie de suelo sea utilizada para agricultura, en cierta forma la topografía abrupta favorece la preservación de áreas boscosas en ciertos tramos del bosque húmedo montano.

Actualmente no existe camino al noroeste del Valle de Zongo (áreas cumbrales de los sectores Chinalaya, Incahuara y Zongo Choro), lo cual hace de este polígono una de las zonas relativamente mejor conservadas de todo el Municipio de La Paz, en cuanto a zonas forestales. Sin embargo, existe un camino desde el cruce Chairo-Coroico con rumbo a Ipiro-Nogalani en el seno del Valle de Zongo-Choro, que facilita la penetración de gente con fines de extracción de madera y en estos ecosistemas de montaña se encuentra un elemento arbóreo indicador de estos bosques como es el Aliso ( Alnus acuminata), Nogal ( Juglans boliviana) y el raro Pino de monte ( Podocarpus rusbyi). En este sector, en décadas pasadas se instaló un aserradero (Aserradero Nogalani) que extraía pino de monte, nogal y aliso. El impacto fue notorio, como se muestra en las imágenes satelitarias, dando lugar a superficies grandes de bosques secundarios, sabanas antropogénicas y procesos erosivos intensos (Ribera, 1995). En estas laderas también se advierte restos de antigua terrazas para el cultivo de coca, alternados por quemas anuales en la época seca.

El impacto ecológico de la apertura de caminos en bosques montanos tropicales y su incidencia sobre la fauna ha sido ampliamente descrito a nivel global (Young, 1994) y local (Daza, 2004). El camino que va hasta el valle Zongo, pasando por Santa Rosa, Zongo y Harca, termina en Cahua Grande. Entre la gente local existen planes de extender su recorrido hasta Isicani, pasando por Huayliplaya y Huaji. Los grupos más susceptibles de fauna son las poblaciones de pequeños vertebrados (roedores, reptiles y ranas, por ejemplo), que podrían fragmentar su hábitat, hasta la pérdida del mismo. Esto supondría la separación de sus poblaciones con la consiguiente reducción de su tamaño y los problemas de pérdida de variabilidad genética. En la región existe un anfibio endémico ( Oreobates zongoensis), que fue descubierto por Reichle & Köhler (1997), en las cercanías a Cahua y hasta la fecha ya no ha sido vuelto a ver, se indica que la apertura de caminos por el uso de dinamita para fragmentar formaciones rocosas y la pérdida de hábitat habrían atentado su ocurrencia en la región y su hábitat potencial coincide con el trazo caminero proyectado por los pobladores que recorre paralelo al Río Zongo.

La megafauna o animales grandes, es la más susceptible a la apertura de caminos, pero los caminos facilitan las incursiones de cazadores de presas grandes y con ello atentan su integridad. Sin embargo, ya se ha demostrado que animales grandes entre ellos los tapires, venados e incluso animales medianos (p. e. monos, pavas de monte) son altamente susceptibles a la perturbación. El camino también permitiría el acceso a partes más profundas del bosque de plantas introducidas, algunas de las cuales podrían tener influencia negativa sobre éste, alterando las interacciones entre organismos y el funcionamiento en general de estos ecosistemas. Más grave aún, los caminos invitan a la entrada de nuevos colonos (y cazadores) cuya actividad conduce a la destrucción y fragmentación del bosque.

El proceso de fragmentación podría agudizarse por los incendios que muy probablemente originarían los colonos, ya que estos bosques producen la mayor cantidad de hojarasca de todas las formaciones de la cuenca. Esto cambiaría completamente el funcionamiento de estos ambientes, pues las nuevas dinámicas instauradas en los parches resultantes podrían ser insuficientes para el mantenimiento de estos ecosistemas a largo o incluso mediano plazo.

3.4.2 Alteraciones en Ecosistemas Acuáticos

De manera general, la continuidad de flujos de caudales de agua se encuentra interrumpida en ciertas épocas del año sobre todo en época seca de vaciante por la baja de los niveles de aguas y lo contrario ocurre en época húmeda o de creciente. Durante esta última ocurren los mayores riesgos naturales por el incremento de los caudales de aguas. Sin embargo, efectos de cambio climático ya se manifiestan con los ritmos y montos totales de las precipitaciones pluviales, es decir que en este año (2012) se han registrado inusuales lluvias en meses considerados de época seca.

En cuanto a la dinámica natural de áreas fluviales, las observaciones de campo mostraron que casi todas las riberas son altamente inestables y erosionadas, por las causas que son naturales, pero actividades humanas (industria hidroeléctrica), ha modificado notoriamente los cursos de aguas y niveles (Fotografía 3.4.2.1), por la construcción de plantas hidroeléctricas (Anexo 3.2: Fotografías 70 y 73),lo cual ha impactado en la fauna acuática, cuyos efectos sobre la biota faltan determinar Similarmente, las grandes represas de almacenamiento de aguas como la de Hampaturi o Milluni, que proveen del líquido elemento a la ciudad de La Paz (Anexo 3.2: Fotografías 63 y 69).

Fotografía 3.4.2.1
Impactos ambientales a los recursos hídricos por el manejo artificial de los cursos y cauces de aguas por las plantas hidroeléctricas a lo largo del Valle de Zongo
(Fotografía: Omar Martínez).

En relación al medio biótico, la introducción de especies exóticas de peces como la trucha ( Oncorhynchus spp . ) en lagunas como Vizcachani y Pongo en el Municipio de La Paz, ha sido una práctica muy difundida en el piso Altoandino, sin prever su impacto biológico, puesto que dichas especies exóticas suelen competir por el hábitat y depredar a las especies nativas del género Orestias. Por ejemplo, la introducción del pejerrey en el Lago Titicaca, tuvo consecuencias ecológicas muy extremas para el pez nativo Ümanto¨ ( Orestias cuvieri). El caso de la trucha, todavía no se conoce su impacto en la cadena trófica y en poblaciones pequeñas de peces de la ecoregión andina.

Algunas malas prácticas de la gente local que atentan contra la ¨salud¨ de los sistemas hídricos están relacionadas con la contaminación con detergentes debido al lavado de ropa, lavado de movilidades pequeñas, medianas y pesadas (Anexo 3.2: Fotografías 81); a esto debe indicarse las prácticas de pesca con dinamita, tipo ¨barbasco¨ que atentan la biota acuática y más grave aún debido a las actividades extractivistas de la minería aurífera ribereña como en el caso de la Cooperativa Esperanza Ltda., cuyos campamentos se encuentran apostados en las inmediaciones del Río Zongo y tributarios menores.

3.4.3 Degradación de los Suelos

La pérdida de los suelos es un problema que ocupa un segundo lugar de los cuatro grandes problemas del cuadro ambiental global. Nuestro país no escapa a esta realidad; se estima que de 35 a 41 % de los suelos del territorio nacional están afectados por problemas de erosión, a nivel de departamento, La Paz tiene un 32% de su territorio con problemas de erosión (ABDES, 2003). En general, la cuenca amazónica presenta suelos poco propicios para emprendimientos de proyectos agrícolas, presentan un mantillo o capa superficial muy delgada, siendo fundamentalmente suelos clasificados como lateríticos, la cual le hacen susceptible a la degradación, máxime si se abren brechas o se realiza desmontes de grandes áreas, esto provoca mayor irradiación en la superficie desnuda de cobertura vegetal y pérdidas significativas de la humedad y evapotranspiración potencial de las plantas. Por eso, la cobertura boscosa mantiene la humedad y reciclaje de nutrientes óptimo para el mantenimiento del equilibrio entre los componentes bióticos y abióticos, entre este último la calidad de los suelos. La manifestación de estos fenómenos de degradación constituye la presencia de sedimentos en las corrientes de agua y el aumento de áreas abiertas para agricultura con la siguiente disminución de su capacidad de producción, siendo la magnitud de éstos un indicador de la severidad de los mismos.

En la región se suele talar extensas masa boscosas para monocultivos excedentarios de coca ( Erytroxilum coca), quitándose al bosque su rol ecológico natural, que es el de actuar como una ësponja¨, es decir, captando y almacenando la humedad, regulando el ciclaje de nutrientes en el suelo, para el desarrollo de otras formas de plantas como helechos, musgos y líquenes. Este ciclo se pierde con la tala y los suelos tienden a degradarse y en muchos casos a erosionarse o simplemente volverse menos productivos.

3.5 ANÁLISIS DE LAS PRINCIPALES AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD DE LA FAUNA REGIONAL

El análisis de amenazas realizado en este punto se refiere a las acciones que están incidiendo en la transformación de los ecosistemas naturales por ende en la biocenosis. Es decir, los procesos que están ocasionando una pérdida de biodiversidad, que puede incluir extinciones locales de especies. En el presente punto se analizan los efectos ecológicos de las diferentes intervenciones humanas.

Sin embargo, es necesario aclarar que esta transformación es parte de la evolución natural de las sociedades humanas. Por otro lado, la intervención humana no siempre ha modificado los paisajes de manera negativa, frecuentemente ha dado lugar a la formación de paisajes culturales con elementos de biodiversidad “nuevos” o “creados por el ser humano”, como por ejemplo, una variedad de sistemas de cultivo de plantas y animales domesticados o lo que se ha venido a l amar como “agrobiodiversidad”. En consecuencia, el mantenimiento de estos elementos de la biodiversidad de origen cultural, sólo es posible si se mantiene la presencia humana. Las principales amenazas a la biodiversidad detectadas en el Municipio de La Paz se describen a continuación:

3.5.1 Construcción y Apertura de Caminos

Los caminos fragmentan los ecosistemas, promoviendo el efecto de borde y aislamiento de diferentes tipos de organismos. Muchos de los organismos aislados en estos fragmentos son incapaces de atravesar estos caminos para moverse a otros fragmentos. Por ejemplo, especies de anfibios y reptiles no son capaces de atravesar ni siquiera caminos estrechos de tierra. Este factor parece ser limitante para organismos como los anfibios, de ahí que se asume que en la región existe un anfibio endémico, la Rana de Zongo ( Oreobates zongoensis), que fue descubierto por Reichle & Köhler (1997), en las cercanías a Cahua y hasta la fecha ya no ha sido vuelto a ver, se indica que la apertura de caminos y la pérdida de hábitat habrían atentado su ocurrencia en la región y su hábitat potencial coincide con el trazo caminero proyectado por los pobladores que recorre paralelo al Río Zongo. Mientras más ancho el camino o senda abierta, mayor el número de organismos que se sienten desalentados a cruzarlo. Además, los caminos promueven la invasión rápida de muchas especies de plantas introducidas y pioneras nativas.

En la actualidad, los pobladores de Zongo están demandando la construcción de un camino de doble vía para permitir la circulación más fluida del transporte de pasajeros y productos hacia la ciudad de La Paz (Chávez, 2008). Por otra parte, la construcción de un camino que conecte las localidades de Cahua Grande con Apana-Nogalani y más al norte del municipio con las localidades de Cobija y Zongo-Choro, es un anhelo de los pobladores locales y las presiones se han incrementado debido a la mayor necesidad de vinculación local que requiere el sector para el transporte de recursos. En particular, el presunto camino también implicaría ciertas amenazas ambientales como la colonización de áreas boscosas para fines extractivos de madera, o simplemente apertura de área boscosas con fines de cultivos extensivos de coca, así favoreciendo los asentamientos humanos y la ampliación de la frontera agrícola.

Actualmente, no se está llevando la ejecución de este proyecto por parte del gobierno municipal local. Sin embargo, ecológicamente, causaría gran impacto a la integridad ecológica que afectaría principalmente a los bosques húmedos montanos de Yungas. Los principales impactos ambientales inminentes serían: la fragmentación del bosque y alteración de procesos de conectividad de la megafauna, principalmente de mamíferos entre las regiones de Zongo Choro y el valle de Apana. Este impacto originaría una reacción en cadena con la perdida de hábitat para las especies de fauna, particularmente en la megafauna (tapires, cérvidos) más susceptibles a la perturbación del hábitat.

Asociado al tema de caminos se encuentra el problema de atropellamientos de la fauna silvestre local. Los atropellos pueden perjudicar a las poblaciones de fauna, especialmente a aquellas que están en peligro de extinción. Por ejemplo, el atropello por movilidades fue una de las más importantes causa de muerte del Puma ( Puma concolor coryi) de Florida, una subespecie en peligro de extinción (Foster & Humphrey, 1995). Las carreteras o caminos pueden ser barreras que cruzan el territorio de un animal o pueden ser el corredor por donde se esté dispersando o migrando (Gottdenker et al., 2001). Las carreteras y caminos abiertos pueden atraer algunas especies de fauna silvestre a causa del tipo de vegetación que se encuentra al borde de caminos (Monge-Nájera, 1996). En el proyecto ¨roadkill¨, los participantes registran datos sobre animales atropellados en carreteras y caminos y pueden comparar datos de una determinada especie en diferentes lugares (Roadkill, 2010). Entre algunas especies de los animales atropellados, podemos mencionar al ¨Tatúö armadillo ( Dasypus novemcinctus) (Loughry & McDonough, 1996), la ¨Pacaranaö ¨Jochi con cola¨ ( Dinomys branickii) (Gottdenker et al., 2001). Por ejemplo en la carretera Villamontes-Yacuiba es frecuente ver animales silvestre atropellados, desde víboras, zorros ( Lycalopex culpaeus), hasta animales domésticos (O. Martínez, obs. pers.).

En el área de estudio, el camino que va descendiendo al Valle de Zongo, principalmente en la cota de ceja de monte, entre las localidades de Cuticucho hasta la Planta de Harca (ya en el bosque montano húmedo de Yungas) el camino se hace serpenteante y de herradura, sumado a los niveles altos de neblina, la visibilidad a veces es escasa y este factor podría incidir en atropellamientos de la fauna. En una oportunidad, se encontró una ¨Carachupa¨ ( Didelphis albiventris), atropellada al borde del camino, cerca a la Planta de Chururaqui a 1830 m (Fotografía 3.5.1.1a). Este camino diariamente es transitada por movilidades medianas (camionetas) y pesadas (camiones), que ciertamente son un peligro latente para la fauna local. Durante este estudio, se impactó una ave ( Synallaxis azarae) pequeña que volaba de frente al parabrisas en compañía de un pequeño grupo familiar (3 individuos); finalmente, se logró reanimarlo y soltarlo en su hábitat (Foto 3.5.1.1b). A través de datos sobre animales atropellados, se puede evaluar el impacto de la presencia de caminos al interior y exterior de áreas protegidas y planificar mejor la ubicación de túneles para permitir el paso de vida silvestre (Foster & Humphrey, 1995), además de los sectores donde es necesaria señalización relativa y presencia de animales en la vía.

a)

b)

Fotografía 3.5.1.1
a) La "Carachupa" (Didelphis albiventris), atropellada al borde del camino cerca a la Planta de Chururaqui
b) Una ave (Synalaxis azarae), impactada en el parabrisas de la movilidad y reanimada para ser devuelta a su hábitat, cerca a la Planta de Santa Rosa
(Fotografías: Omar Martínez).

3.5.2 Áreas Abiertas con Poca Cobertura Vegetal

En los bosques nublados y húmedos de Yungas, las gotas de lluvia (en especial cuando las precipitaciones son intensas o en forma de granizo), al caer sobre el suelo carente de vegetación, impactan directamente sobre el suelo, destruyen su estructura y lo arrastran a los cursos de agua. Por tanto, se aceleran los procesos de erosión y, corriente abajo, se producen fenómenos de sedimentación y subsiguiente inundación de tierras. En el Valle de Zongo, que coincide con el Bosque montano de Yungas, este impacto ambiental se evidencia notoriamente con las actividades agrícolas (Fotografía 3.5.3.1), donde grandes superficies de suelo al carecer de cobertura vegetal han sido degradados por erosión hídrica y por exposición solar prolongada y las formaciones de cárcavas es una notable consecuencia.

3.5.3 Ampliación de Frontera Agrícola

En general, se considera el principal impacto de gran magnitud en el área de estudio, puesto que existen nuevos asentamientos humanos en las localidades como Apana, los cuales priorizan la actividad agrícola en las laderas del Bosque montañoso de Yungas (Fotografía 3.5.3.1). Los principales cultivos en la región son los cítricos (naranjas, mandarinas, limones, toronjas), para comercializarlos en las localidades de Caranavi y Coroico y en la ciudad de La Paz. Otros cultivos de la región incluyen el banano ó plátano, maíz, arroz, walusa, considerados principalmente como cultivos de subsistencia.

Particularmente el incremento de la superficie cultivada va aumentado en proporción directa a los asentamientos humanos que cada vez se hacen más importantes en la región (Anexo 3.2: Fotografías 78 y 79).

a)

b)

Fotografía 3.5.3.1
a) Nuevos asentamientos humanos impactan las áreas boscosas, habilitando nuevas tierras para cultivos, localidad de Apana
b) un aspecto de la expansión de frontera agrícola en un bosque montano de Yungas a 1750 m, localidad Ipiro, Municipio de La Paz (Fotografías: Omar Martínez).

3.5.4 Extracción de Madera

Esta actividad favorece la creación de senderos que pueden ser aprovechados para la realización de asentamientos ilegales que después afectan a todas las comunidades vegetales circundantes. Además, se produce un efecto directo sobre las poblaciones de las especies maderables aprovechadas, si la extracción se realiza de manera descontrolada.

En el área del Valle de Zongo y áreas circundantes (p. e. Zongo-Choro), se considera como la segunda amenaza de mayor impacto a la integridad ecológica, después de los cultivos de coca excedentaria. Existe explotación de madera en la región y es importante señalar que ciertas áreas de explotación en algunas áreas como el este del Municipio de La Paz se solapan con el área protegida Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado (PN ANMI) Cotapata, por lo cual urge un programa de regulación y adecuación con las instancias pertinentes.

En las poblaciones al noreste del Municipio de La Paz entre Zongo-Choro, Nogalani-Ipiro, Apana y Monteverde, existe extracción de madera para uso doméstico (leña, construcción) generalizada (Fotografía 3.5.4.1). Sin embargo, existe una actividad forestal comercial, parcialmente regulada por la Superintendencia Forestal. Un poblador de la región indica que en la región existe madera de cedro amarillo, nogal, sikiri colorado y hay poco quina-quina (Juan Pablo Barrientos - comunario de Tiquiri - 2012, com. pers.). Esta actividad es un proceso de destrucción de hábitat, que es el de mayor impacto sobre la integridad ecológica por tener efectos sobre la biota.

Fotografía 3.5.4.1
Actividades extractivistas de recursos forestales en el norte del Municipio de La Paz:
a) Comunidad Nogalani y b) Monteverde.
(Fotografías: Omar Martínez).

3.5.5 Incendios

Esta práctica muy difundida en tierras bajas tropicales, cuando no son un factor natural, también producen destrucción de hábitat y matan la mayoría de las especies vegetales originarias e individuos de la fauna, entre ellos se destacan los topos, mustélidos, roedores, quirquinchos y ranas, entre otros. Los bosques de montaña de Yungas son particularmente susceptibles dado su carácter más estratificado y mayor volumen en términos de biomasa, producto de lo cual se produce una gran cantidad de hojarasca que representa un combustible ideal. En el caso de los matorrales y plantas pioneras en terrenos abiertos como un helecho considerado maleza en áreas intervenidas, la vegetación parecería no ser tan proclive a incendios de gran extensión dado su carácter más disperso. Sin embargo, incluso los bosques más húmedos pueden ser devastados por incendios en años muy secos que suceden a un año muy lluvioso en el que se produce gran acumulación de biomasa.

En nuestro estudio, incluso en tierras altas, se advierten quemas, como las que se realizan en época seca para ëliminar¨ los pastos secos en la planicie y mesetas, para así poder aprovechar pastos nuevos para forraje del ganado camélido, como en el caso de las observadas en las laderas andinas de Huaripampa (Fotografía 3.5.5.1) y en otros sitios como las áreas cumbrales de Botijlaca en el Valle de Zongo.

Fotografía 3.5.5.1
Pastizales de la puna quemados (10 de agosto de 2012) por los campesinos cerca al camino que se dirige a Huaripampa, Municipio de La Paz
(Fotografías: Omar Martínez).

3.5.6 Avance de la mancha urbana

En el valle de la ciudad de La Paz, el crecimiento de la mancha urbana, se concentra en la configuración norte-sur, dada la topografía abrupta, accidentada, irregular y encajonada de sus geoformas, con proyecciones y tendencias hacia los valles secos del sur de la hoya (Anexo 3.2: Fotografía 44). En este sentido, planes de urbanización de áreas periurbanas no prevén estudios geológicos, ni análisis de riesgos, lo cual, se evidencia en los eventuales deslizamientos de terrenos en laderas escarpadas.

El avance de la urbanización ha destruido el hábitat de ciertos elementos faunísticos como el de las vizcachas y por consiguiente se ha reducido su hábitat a fragmentos. Las vizcachas viven en lugares áridos, abruptos, barrancosos y con presencia de rocas y se ha considerado a las vizcachas como especialistas en hábitats rocosos (Pearson, 1948; Walker et al., 2000; Tarifa et al., 2004). Actualmente, se ha encontrado en el valle de La Paz, 13 sitios en total, de los cuales siete (Vino Tinto, Kantutani, Achumani, La Muela del Diablo, Achocalla, Mallasa y Ananta) tienen presencia de vizcachas en hábitats típicos y otros seis sitios (cerro Kellumani, Cementerio Jardín de Obrajes, Ermita de Schoenstatt en Achumani, El Pedregal y dos sitios de Cota Cota – calle 29 y 35) en hábitats ädoptados¨ por la vizcachas en barrancos y quebradas de suelo arcilloso de origen glaciar ( löss) (Fotografía 3.5.6.1). La Muela del Diablo es además un área protegida municipal con espectacular belleza escénica (Anexo 3.2: Fotografías 42 y 43).

a)

b)

Fotografía 3.5.6.1
a) Nuevo tipo de hábitat "adoptado" por las vizcachas en la quebrada Pedregal hacia la Muela del Diablo y
b) un aspecto de la Muela del Diablo, típico hábitat de las vizcachas en formaciones rocosas, Municipio de La Paz
(Fotografías: Omar Martínez).

En definitiva, la urbanización del valle de La Paz, ha reducido el hábitat disponible para las vizcachas. El autor de este documento, evidencio que ciertos sitios como el Cerro kellumani y el barranco de la meseta de Achumani y otros como en la meseta de Llacasa que colinda con Achocalla-Jupapina, así como varias laderas de Lipari y Las Carreras, presentan terrenos barrancosos que están siendo aplanados y habilitados por la Urbanizadora Terrasur. El sitio más amenazado, es el de la meseta de Llacasa donde recientemente fue descubierto una población de ¨Tarujaö Ciervo Andino ( Hippocamelus antisiensis) (Martínez, 2009; Rechberger et al., in press), una especie considerada En Peligro (EN) de extinción (Núñez, 2009). Llacasa en un pueblo abandonado hace más de 15 años en la meseta del mismo nombre, por falta de fuentes de agua; este aspecto aparentemente favoreció la repoblación de Tarujas en las laderas adyacentes, sin embargo, se sugieren medidas urgentes de conservación del hábitat, para que sea considerada especie ¨bandera¨ y de esta forma pueda proteger el hábitat de otra fauna pequeña como las vizcachas y el Ratón cola de pincel, ésta última, sólo habita en fragmentos de hábitat típicos con cactáceas en el valle de La Paz.

3.5.7 Actividades Ganaderas

Las actividades ganaderas afectan a prácticamente todas las formaciones vegetales de la cuenca alta del Municipio de La Paz, particularmente en los pisos de Altoandino y Pradera Parámica. Esto parece estar relacionado con el pisoteo del ganado por la presencia de pezuñas muy pesadas de estos animales que tienen impacto con el frágil mantillo y la capa arable de estas formaciones vegetales.

La ganadería de ungulados tiene efectos negativos sobre las plántulas de especies de árboles y otras formas de vida porque los animales constantemente ramonean hojas tiernas y en ciertos casos llegan a matar las plántulas por esta acción y en otras por el constante pisoteo de las mismas. Las especies maderables parecen ser bastante afectadas de esta manera, ya que no solamente hay pocos individuos adultos; también hay escasa regeneración. En lugares no boscosos sus pezuñas promueven la erosión del suelo. En definitiva, el ganado contribuye esencialmente en la transformación del paisaje.

Los claros en el bosque se mantienen principalmente por el pastoreo del ganado; pastoreo moderado contribuye para mantener una diversidad de especies vegetales más altas que en algunos ecosistemas naturales.

En el Municipio de La Paz se advierte una ganadería intensiva de camélidos en los valles de Kaluyo, Huaripampa y en la cuenca alta del Valle de Zongo (Anexo 3.2: Fotografía 59). El principal ganado de la región es de llamas y alpacas (Fotografía 3.5.7.1), aunque también el ganado ovino y vacuno es considerable. Las áreas de praderas altoandinas con hábitats de vegas y bofedales, se encuentran altamente amenazados por la ganadería intensiva que ramonea estos ambientes y en parte por factores de cambio climático, donde extensas áreas de bofedales y turberas se encuentran en procesos de desertificación por la escasez de aportes de aguas provenientes de los glaciares y escasez de lluvias.

a)

b)

Fotografía 3.5.7.1
a) Llamas pasteando en la cuenca alta del Valle de Zongo
b) Ganado camélido pasteando en laderas y partes altas debido a la escasez de recursos durante la época seca en la localidad de Kaluyo, Municipio de La Paz
(Fotografías: Omar Martínez).

3.5.8 Especies invasoras

Las especies invasoras son aquellas foráneas o traídas de otros ecosistemas y compiten con la fauna local o autóctona. De cualquier modo, no todas las especies introducidas tienen efectos negativos. Su efecto suele ser más adverso en ambientes muy aislados. En el Municipio de La Paz, pocos son los casos que se consideran en esta categoría, entre ellos se destaca una especie de pez, la Trucha ( Oncorhynchus spp . ), introducido en el país en el Lago Titicaca y de ahí se fue dispersando a lo largo del Altiplano y en toda la Cuenca endorreica del mismo. En la cuenca del Valle de Zongo se ha observado truchas en la Laguna Viscachani y sus arroyos tributarios. Este pez invasor se come a especies menores de peces, devorándose a numerosas especies de la fauna local. Otra especie invasora es la Liebre ( Lepus europaeus), introducida de Europa, frecuenta campos de cultivos de hortalizas (zanahoria), aunque su presencia en el Valle de La Paz es esporádica, se tienen registros para los valles de Huaricana y Rio Abajo (O. Martínez, bs. pers.). Ots sitios donde fue avistada la Liebre son en Aranjuez y Jupapina (Josef Rechberger 2012, com. pers.).

3.5.9 Explotación Minera y Contaminación Ambiental

Se evidencia las amenazas a la biodiversidad por las actividades mineras por la utilización de mercurio, un químico altamente tóxico para la fauna silvestre. Los mineros organizados en cooperativas, tanto en la parte alta del Valle de La Paz (Kaluyo) donde operan al menos cinco minas grandes (Aurora, Kaluyo, Rinconada, La Solución y Santa Lucía), el Valle de Zongo (Mina Copacabana y La Joya), y el sector de Zongo-Choro donde opera la Cooperativa Esperanza Ltda (Anexo 3.2: Fotografía 80). Dichas minas explotan principalmente oro y en otros casos el wólfram en las partes altas (Fotografía 3.5.9.1).

Por otra parte, la utilización de mercurio impacta principalmente en peces pero tiene un efecto en la cadena trófica, en organismos como las aves (garzas, patos, gaviotas, etc.) que se alimentan de peces y los niveles de toxicidad pueden afectar estos animales hasta producir muertes masivas, incluso puede afectar contra la salud de los pobladores locales, al consumir estos pescados infectados.

En la Cuenca alta del Municipio de La Paz, el piso altoandino sector Huayna Potosi-Milluni, muchos estudios demuestran la presencia peligrosa de algunos iones metálicos como hierro, manganeso y zinc en concentraciones elevadas en relación a los límites permisibles por la OMS y la EG, siendo la laguna Milluni, la más afectada por la contaminación minera, ya que no presenta en su seno organismos acuáticos, ni vegetación, por lo cual se considera que este daño ocasionado por la empresa minera COMSUR es irreversible (Apaza, 1991). Algo similar ocurrío con la laguna Kellhuani parte del complejo de humedales de Milluni que han sufrido niveles altos de contaminación y son considerados irreversibles (Anexo 3.2: Fotografía 66). La evaluación del grado de toxicidad de los cuerpos de agua de la Cuenca de MiIlluni mediante cuatro bioensayos: Allium cepa (cebolla), Lactuca sativa (lechuga), Hydra attenuata (hidra de agua dulce), y Lepidium sativum (berro), revelaron un nivel de toxicidad alto en las Laguna Milluni Grande, represa de agua potable y Milluni Chico, receptora principal de las colas de mina y un nivel bajo de contaminación en la Laguna Jankho Khota, la primera en la cadena de lagunas afectadas por la minería (Elliot et al., 2010). Este estudio, también muestra resultados contradictorios para la Laguna Ventanani, la más alta de la Cuenca y sin influencia minera visible: cultivos de lechuga, berro e hidra de agua dulce mostraron alta sensibilidad a esta agua, mientras la cebolla casi no estaba afectada.

Fotografía 3.5.9.1
Actividad minera en las laderas hacia el Rio Zongo, en la ladera del frente del río de la comunidad de Huaylipaya, Municipio de La Paz
(Fotografías: Omar Martínez).

La actividad minera ocasiona contaminación con metales pesados en suelos y aguas, pudiendo bioacumularse en las comunidades biológicas residentes, provocando niveles de toxicidad, envenenamiento y la muerte; efectos en cadena trófica, que puede implicar a las personas residentes. Cassis et al (2010), presentaron datos de residuos de minerales en perdices del Altiplano y la Puna como Nothoprocta ornata y Nothura darwini que mostraron bioacumulación tisular de As, Cd, Pb y Sb en dichas aves que provenían de dos localidades mineras con comprobada contaminación edáfica y acuática con estos metales pesados.

3.5.10 Caza y pesca

Las falencias en el marco regulatorio determinan que el ejercicio de la caza y gran parte de la pesca se realicen sin autorizaciones, lo que repercute en la ausencia total de control y regulación de cuanto, donde y qué se puede utilizar. En consecuencia, los efectos sobre poblaciones de especies amenazadas no pueden ser definidos. En la cuenca del Río Zongo, en las cotas más bajas se ha evidenciado la utilización de dinamita para la pesca, donde pudimos constatar la presencia de Sábalo ( Prochilodus lineatus) (Fotografía 3.5.10.1), obtenido por este método (Bernardina Vargas – Comunidad Monteverde - 2012, com. pers.).

En la región noreste del Municipio de La Paz, valle de Ipiro-Nogalani y Zongo-Choro existe caza y pesca de subsistencia, que aparentemente cubre las necesidades alimentarías de los pobladores. Muchas especies de fauna cinegética presentan todavía poblaciones “saludables” de sus cuarteles, puesto que se han observado, por ejemplo, pavas de monte ( Penelope montagni y Ortalis guttata) e incluso monos (p. e. Cebus libidinosus) que no se alteran mucho ante la presencia humana, esto nos indica que la caza todavía no es intensiva en la región.

Fotografía 3.5.10.1
Actividad pesquera en la localidad de Monteverde. El sábalo ( Prochilodus lineatus),obtenido a partir de pesca tipo "barbasco" con el uso de dinamita
(Fotografías: Omar Martínez).

Por otra parte, en el valle de La Paz, se evidenció la cacería de la fauna silvestre en alrededores del hábitat de la Taruja ( Hippocamelus antisienis) y en sitios de tierras malas ( badlands) donde habitan las Viscachas ( Lagidium viscacia), en la localidad de Llacasa, puesto que fueron encontradas municiones de reglamento del ejército, donde anteriormente realizaron pruebas de tiro y en otras regiones entre laderas, en las cercanías donde fue avistado un par de Tarujas, se encontró balas o cartuchos calibre 32 de escopetas, lo cual evidencia la cacería con escopetas por gente local o por cazadores citadinos que suelen hacer sus travesías en determinadas épocas.

3.6 CARACTERIZACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD FAUNÍSTICA DEL MUNICIPIO DE LA PAZ.

En esta parte se muestra los inventarios de la fauna silvestre que se encuentra en el Municipio de La Paz y otros de ocurrencia probable, a partir de los diferentes estudios realizados en el municipio y regiones aledañas. Para su mejor comprensión se ha dividido la fauna del municipio en dos grandes dominios, la primera del dominio altiplánico y de valles interandinos, característicos en el valle de La Paz, y el otro de dominio yungueño-amazónico, propios de valle de Zongo. Durante este estudio y otros realizados en diferentes sitios del Municipio de La Paz se ha realizado registros de la fauna, principalmente de la fauna considerada como Objetos de Conservación (OC) y entre los cuales resalta la presencia de la Vizcacha ( Lagidium viscacia) para diferentes sitios en el Valle de La Paz y un registro notable de Taruja ( Hippocamelus antisiensis) al límite sureño del municipio de La Paz. Similarmente, en el Valle de Zongo se destaca la presencia de anfibios amenazados, una carachupa ( Didelphis albiventris), y en las proximidades de la Laguna Milluni, una ave acuática amenazada, la Gallareta Gigante ( Fulica gigantea). Finalmente, en las planicies altiplánicas de Huaripampa se registro al Zorro Andino ( Lycalopex culpaeus), a partir de heces (Mapa 3.6.1.1.1).

3.6.1 Fauna del Valle de La Paz

3.6.1.1 Mamíferos

La fauna de mamíferos del Valle de La Paz, corresponde a la región biogeográfica de las provincias Altoandina y Puneña, ubicada entre los 3200 y los 4400 m, con algunos géneros típicos como Lagidium, Ctenomys, Lama y Lycalopex. Entre los grupos con mayor riqueza se encuentran los roedores con 18 especies, seguido de los carnívoros y quirópteros, con cuatro especies, respectivamente (Tabla 3.6.1.1.1). Algunas especies como la Rata Cola de Pincel, ( Octodontomys gliroides) (Anexo 3.2: Fotografía 47), se encuentran en hábitats específicos como cardonales o cactáceas de los valles secos interandinos.

Se destaca el redescubrimiento de una población de ¨Tarujasö Venado Andino ( Hippocamelus antisienis), así como de registros indirectos como (astas o cuernos y la presencia de heces en las laderas) (Anexo 3.2: Fotografía 50). La Taruja; anteriormente mencionado como una especie En Peligro a nivel nacional, fue observada en el límite sur del Municipio de La Paz colindante con el Municipio de Mecapaca.

Mapa 3.6.1.1.1
Mapa de las especies de fauna registradas como objetos de conservación en el Municipio de La Paz.
Tabla 3.6.1.1.1
Lista de mamíferos registrados en el área del Valle de La Paz y/o áreas circundantes, Municipio de La Paz, Provincia Murillo (La Paz), Bolivia.

3.6.1.2 Aves

La avifauna del Valle de La Paz ha sido ampliamente estudiada en diferentes regiones de la hoyada. Ribera (1991), compilo la composición de las comunidades de aves de la ciudad de La Paz y alrededores, llegando a registrar 116 especies. Garitano & Gismondi (2003) realizaron un estudio sobre la variación de la riqueza y diversidad de la ornitofauna en áreas verdes urbanas de la ciudades de La Paz y El Alto (Bolivia). Martínez et al. (2010) han realizado observaciones e inventarios de aves en 30 localidades de la ciudad de La Paz durante el periodo 1996-2003, y en 2009 se estudio la avifauna de Llacasa durante quince días intensivos, habiéndose registrado 136 especies en las 31 localidades en total (Tabla 3.6.1.2).

Tabla 3.6.1.2
Lista de las aves del Valle de la ciudad de La Paz y regiones aledañas, Provincia Murillo, La Paz, Bolivia

En general, la fauna es típica de la región andina con algunos elementos de valles interandinos principalmente. Es importante considerar la avifauna asociada a ambientes urbanizados y otros elementos que son exclusivamente de formaciones vegetales autóctonas en áreas periurbanas. Algunas aves típicas en el Valle de La Paz son el Carpintero Andino ( Colaptes rupicola) (Anexo 3.2: Fotografía 45) y la paloma "Kurukuta" ( Metriopelia ceciliae) (Anexo 3.2: Fotografía 57), mientras que en ambientes acuáticos se encuentran el visitante estacional, ¨Pato Cuervo¨ ( Phalacrocorax olivaceus) (Anexo: 3.2 Fotografía 49), y entre otras, el Ibis de la Puna ( Plegadis ridgwayi) y el Pato Gigante ( Lophonetta specularioides) (Anexo 3.2: Fotografía 58).

3.6.1.3 Anfibios

La riqueza de anfibios en el Valle de La Paz no es grande, sólo se cuentan con seis especies (Ergueta 1991, Tabla 3.6.1.3.1). Muchos anfibios se ven seriamente amenazados por la pérdida de hábitat. Es el caso de la Rana Verde ( Hyla pulchella), que hasta 20 años atrás, se la podía encontrar en ciertas lagunas y jardines de Cota Cota, actualmente son raras. Una pequeña población persiste en una laguna artificial del jardín botánico de Cota Cota. Muchas lagunas de Cota Cota (incluso las del campus universitario) se han secado por el avance de la mancha urbana, construcciones civiles y edificaciones de las carreras universitarias. Dos lagunas del campus universitario de Cota Cota, con alta productividad primaria, presencia de macrófitas como la totora ( Schoenoplectus californicus var. tatora), actualmente se ven seriamente amenazadas y prácticamente en proceso de desertificación.

Tabla 3.6.1.3.1
Lista de anfibios del Valle de La Paz y regiones aledañas, Municipio de La Paz, Provincia Murillo, La Paz, Bolivia.

3.6.1.4 Grupos de Vertebrados Menores

Entre los grupos de fauna de vertebrados de menor diversidad en el Valle de La Paz se encuentra los peces y reptiles. Entre los peces, solo una especie ( Orestias agassii) se encuentra en el Valle de La Paz; encontrado en las lagunas Jachcha Khota, Huni, Murmuntani y Limani (Sarmiento, 1991), a las que debe añadirse, las laguna Charan Khota de Achocalla y la laguna Pampalarama, registradas durante este estudio. En el caso de reptiles, solo cinco especies (tres lagartijas y dos culebras). Entre las lagartijas ( Liolaemus alticolor alticolor, Liolaemus alticolor walkeri, Liolaemus multiformis multiformis) y las culebras ( Leptotyphlops albifrons y Tachymenis peruviana) (Baudoin & Pacheco, 1991). En 1998, se registró en Mecapaca una nueva especie para el Valle de La Paz y el departamento de La Paz, registrada como cf. Liophis andinus (Stephen Reichle 2002, com. pers.) (Fotografía 3.6.1.4.1), en un lecho de río tributario al Rio La Paz (O. Martínez, no publicado).

Fotografía 3.6.1.4.1
Un ejemplar de la culebra (cf. Liophis andinus), Una especie nueva para el Valle de La Paz y para el departamento de La Paz, obtenido en un lecho de rio estacional tributario del Rio La Paz, en la localidad de Mecapaca
(Fotografías: Omar Martínez).

3.6.1.5 Entomofauna

Poco se conoce de los insectos del Valle de La Paz y áreas aledañas. Existen algunos estudios para ciertas especies en particular o grupos selectos, como el de Forno (1988), para mariposas (Rhopalocera); el de Altamirano (1991) para la Abeja Carpintera ( Xylocopa hirsutissima); el de Hurtado & Miranda (2010) para odonatos ó libélulas ( Aeshna spp. y Sympetrum spp.) en lagunas del campus universitario de Cota Cota. Yevara (2000), describió las variaciones morfológicas y ecológicas de un lepidóptero hespérido ( Metardaris cosinga). Este mismo lépidóptero fue estudiado, analizando sus efectos en plantas de pino ( Pinus radiata) de la zona de Bolognia (Estévez, 2000). Arandia et al (2010), estudiaron el ciclo de vida de mariposas nocturnas ó polillas (familia Noctuidae) en el jardín botánico de Cota Cota, La Paz. Se conocen de algunos estudios relacionados a grupos selectos como las mariposas (Forno, 1991) e insectos polinizadores como las abejas y avispas (himenópteros) (Altamirano, 1991), cuyos datos se muestran en la Tabla 4. Entre las mariposas típicas del Valle de La Paz figuran Junonia vestinia livia (Anexo 3.2: Fotografía 51).

Tabla 3.6.1.5.1
Lista de la entomofauna (mariposas e insectos polinizadores) del Valle de La Paz y regiones aledañas, Municipio de La Paz, Provincia Murillo, La Paz, Bolivia.

3.6.2 Fauna del Valle de Zongo hasta Zongo-Choro

3.6.2.1 Mamíferos

Combinando observaciones realizadas durante este estudio y mediante otros estudios para grupos selectos como roedores (Bernal, 1996), murciélagos (Loayza et al., 2006), y otros estudios para comunidades de mamíferos medianos y grandes (Rios-Uzeda, 1999, 2001; Roldán, 2001) se ha levantado una lista de 68 especies para el Valle de Zongo y tierras bajas del municipio de La Paz (Tabla 3.6.2.1.1). Los endemismos de mamíferos en la región son considerables, entre ellos destacamos, la Carachupa de Zongo ( Marmosops creightoni), especie endémica de Bolivia, descubierta cerca de la planta hidroeléctrica de Saynani en el Valle del Río Zongo a 2500 m de altitud (Voss et al., 2004).

Tabla 3.6.2.1.1
Lista de mamíferos registrados en el área del Valle de Zongo y/o áreas cicundantes, Municipio de La Paz, Provincia Murillo (La Paz), Bolivia.

Otra especie de marsupial es la Comadreja de Aceramarca ( Gracilianus aceramarcae), que solo ha sido registrado en el departamento de La Paz y la región, cuyos especímenes colectados en el Valle de Zongo y en Llamachaqui fueron en bosque húmedo montano (Salazar-Bravo et al., 2002; Tarifa & Solari, 2009). En Bolivia sólo se conoce seis localidades para Gracilianus aceramarcae en la vertiente oriental de los Andes del departamento de La Paz, incluyendo la localidad tipo en el Valle de Unduavi, Río Aceramarca (Tate, 1931; Anderson 1997; Salazar-Bravo et al., 2002; Tarifa & Solari, 2009). En 2002, otro marsupial identificado como Micoureus constantiae (Sergio Solari 2012, com. pers.), fue encontrado en los predios de la Estación Biológica Tunquini (Fotografía 3.6.2.1.1), que colinda con el Municipio de La Paz.

Otro registro interesante en este estudio fue el de la Carachupa o Chayi ( Didelphis albiventris), que localmente, no es tan común como la Carachupa ( Didelphis marsupialis) y que fué encontrada muerta (atropellada) en el camino cerca a la planta hidroeléctrica de Chururaqui. Existen pocos registros de la especie para el valle de Zongo y se contaría con un especímen para la región de Anderson (1997).

Mediante entrevistas, se evidenció que mamíferos grandes como la Anta ( Tapirus terrestris), han sido eliminados de la región. Allá por 1963, cuando recién se asentaban en la comunidad de Monteverde, había mucha Äntaën el monte y con relación al Tigre ( Panthera onca), hace muchos años (aprox. 10 años) habría atacado a una vaca preñada en Monteverde (Felisa Cusi 2012 - comunidad Monteverde, com. pers.). Otro anciano poblador indico que hace dos semanas atrás de nuestra entrevista (29 de julio de 2012) observaron un Tigre ( Panthera onca) por Exaltación (Bernabé Alcón 2012 – comunidad Gral. Pérez, com. pers.).

Fotografía 3.6.2.1.1
El Marmosa ( Micoureus constantiae), un pequeño marsupial, encontrado en la Estación Biológica Tunquini, departamento de La Paz
(Fotografía: Omar Martínez).

3.6.2.2 Aves

Las avifauna del Valle de Zongo y Zongo-Choro es de amplio domino yungueño-amazónico. Combinando los datos de la Estación Biológica Tunquini que fue parte del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Cotapata, los datos de otros autores (Sagot, 1999; Vidaurre et al., 2006; Martínez & Rechberger, 2007 y Martínez, 2010), y las registradas en este estudio, se cuentan con 305 especies de aves para estos dos distritos yungueño-amazónicos del Municipio de La Paz (Tabla 3.6.2.2.1). Sin embargo, se esperan que al menos 450 especies de aves potenciales existan en el municipio de La Paz y áreas circundantes de acuerdo con los mapas de distribución de las especies de aves. Entre las aves típicas en bofedales se encuentran la Dormilona Gris ( Muscisaxicola griseus) (Anexo 3.2: Fotografía 68), si como el Älkamari¨ ( Phalcoboenus megalopterus) (Anexo 3.2: Fotografía 71); en áreas abiertas de bosque secundario, el Gallinazo de Cabeza Roja ( Cathartes aura) (Anexo 3.2: Fotografía 77), y en ambientes ribereños, la Golondrina de Faja Blanca ( Atticora fasciata) (Anexo 3.2: Fotografía 83).

Tabla 3.6.2.2.1
Lista de las aves registradas en el Valle de Zongo y Zongo-Choro, Provincia Murillo, La Paz (Bolivia).

3.6.2.3 Anfibios

La fauna de anfibios del Valle de Zongo, fácilmente dobla en riqueza con relación a la del Valle de La Paz, con 15 especies (Cortez, 2011) pero todas circunscritas a un gradiente de 4800 a 1800 m (Tabla 3.6.2.3.1). Se detacan los endemismos de anfibios con seis especies, tres para tierras altas ( Telmatobius bolivianus, Telmatobius verrucosus, Psychrophrynella chacaltaya) y otras tres para tierras bajas en Yungas ( Oreobates zongoensis, Noblella sp. y Yunganastes bisignatus) en el Valle de Zongo. Similarmente, otras especies endémicas en áreas circundantes al municipio de La Paz como el Sapo Silbador de Pongo ( Psychrophrynella wettsteini), cuyo hábitat discurre a lo largo del camino precolombino de El Choro; lo cual la hace una región importante para la conservación de este grupo.

Tabla 3.6.2.3.1
Lista de los anfibios del Valle de Zongo y otras especies de probable presencia en áreas circundantes (al norte), Municipio de La Paz, Departamento de La Paz, Bolivia. <

Por otra parte, poco se conoce de regiones distantes en las cotas mas bajas del sector de Zongo-Choro, como Nogalani-Ipiro, Apana y Monteverde. Pacheco (2010, 2012) ha realizado estudios en localidades circundantes al norte del municipio de La Paz, como Suapi-Quellkata, Incahuara-Caranavi y cerca a Chulumani (sitios 16, 17, 18; Tabla 3.6.2.3.1), algunas de las especies de anfibios tambien han sido registradas en el Valle de Zongo (Cortez, 2011), pero otras son nuevas para el municipio de La Paz y de probable ocurrencia en la misma, dada la continuidad y cercanía de las localidades como el caso de Rana de Cristal ( Nymphargus cf. pluvialis) (Foto 18), una especie En Peligro (EN) de extinción (Reichle & Aguayo, 2009), ), asi como de otra Rana de Cristal ( Hyalinobatrachium bergeri) (Anexo 3.2: Fotografía 76), ambas encontradas en el tramo de Suapi a Quellkhata (Pacheco 2010) que conduce a las localidad de Santa Rosa de Quilo Quilo todavía en el municipio de Coroico y luego las localidades de Cruzani, Tiquiri e Ipiro-Nogalani, ya en el Municipio de La Paz.

Fotografía 3.6.2.3.1
El Rana ( Nymphargus cf. pluvialis), registrada en el tramo Suapi-Quellkhata, que conduce a Ipiro-Nogalani, ya en territorio del Municipio de La Paz
(Fotografía: Mauricio Pacheco).

3.6.2.4 Peces

Uno de los grupos menos conocidos en el Valle de Zongo es el de los peces. Aunque especialistas en este grupo indican que es común en la cuenca alta de Zongo, la presencia de ciertos elementos piscícolas introducidos como la trucha ( Oncorhynchus spp . ), asi como en otros sitios del municipio de La Paz como Pongo (F. Osorio 2012, com. pers.). En la laguna Viscachani del Valle de Zongo y otros cursos de agua como Pongo, se han visto truchas, en este último sitio se realizan actividades de pesca por turistas y visitantes (O. Martinez, obs. pers.).

La ictiofauna de cursos de aguas río abajo, como el Rio Zongo y tributarios aguas abajo es poco conocida. Sin embargo, para fines comparativos en la cuenca baja del Rio Huarinilla, parte del colindante PN ANMI Cotapata, se ha realizado un inventario encontrándose al menos ocho especies (Miranda-Chumacero, 2006) (Tabla 3.6.2.4.1), que por las características del tipo de bosque y continuidad de la vegetación y rangos altitudinales, son especies potencialmente existentes en el área de estudio. Estivariz (2007), describe la variación en la morfología, reproducción y dieta de Astroblepus (Astroblepidae) y Hemibrycon (Characidae) en un gradiente de los ríos Suapi y Huarinilla de La Paz.

Tabla 3.6.2.4.1
Lista de los peces de la Cuenca baja del Río Huarinilla (PN ANMI Cotapata) de probable presencia en el Valle de Zongo y regiones aledañas, Municipio de La Paz, Provincia Murillo, La Paz, Bolivia.

3.6.2.5 Artrópodos

El Phylum Arthropoda a nivel global, incluye a insectos, arañas, crustáceos, centípedos y otros como los saltamontes u ortópteros (Anexo 3.2: Fotografía 86), de los cuales cerca a 875.000 especies de artrópodos han sido descritos, particularmente insectos con 751.000 especies conocidas; siendo los coleópteros (escarabajos) los mas representativos con 290.000 especies, seguido de los lepidópteros (mariposas) con 112.000 especies, himenópteros (abejas y hormigas) con 103.000 especies, dípteros (mosquitos y moscas) con 98.500 especies y los hemípteros (chinches) con 82.000 especies (Wilson, 1992). Sin embargo, a nivel global solo se conoce poco mas del 18% de las especies de insectos, quedando mucho por estudiar y descubrir especies para la ciencia.

Las mariposas son excelentes bioindicadoras del estado de salud de los ecosistemas naturales, reflejan las condiciones de conservación ya que tienen estrecha relación planta-animal, dependiendo exclusivamente de la vegetación la mayor parte de su ciclo (Valdivia et al., 2010). Los Yungas de Bolivia son conocidos como un centro de dispersión de mariposas, particularmente el Municipio de Coroico y áreas circundantes. En la estación Biológica Tunquini, parte del área protegida PN ANMI Cotapata y colindante con el municipio de La Paz, se han registrado 392 especies de mariposas distribuidas en 6 familias: Nymphalidae (216 especies), Hesperiidae (64), Riodinidae (40), Pieridae (39), Lycaenidae (25) y Papilionidae (8), respectivamente (Valdivia et al., 2010). Guerra (2010) describe las mariposas diurnas y nocturnas de amplia didtribución en los Yungas de La Paz (Tabla 3.6.2.5.1). Entre ellas se destaca la presencia de la Polilla Gigante ( Arsenura syl a); ésta es la segunda polilla más grande del Neotrópico, con más de veinte centímetros de envergadura y fue encontrada en el Arroyo Suapi (Pacheco, 2010) (Fotografía 3.6.2.5.1) o la mariposa ( Hamadryas fornax) observada en Monteverde (Anexo 3.2: Fotografía 87).

Fotografía 3.6.2.5.1
La Polilla Gigante ( Arsenura sylla), registrada en el Arroyo Suapi, cerca al territorio del Municipio de La Paz (Fotografía: Mauricio Pacheco).
Tabla 3.6.2.5.1
Lista de la entomofauna (mariposas diurnas y nocturnas) del Valle de Zongo y regiones aledañas, Municipio de La Paz, Provincia Murillo, La Paz, Bolivia.

Algunos estudios desarrollados en bosque montanos de Yungas, incluyen, la diversidad de escarabajos coprófagos en el PN ANMI Cotapata (Conchari, 2007; Ubidia-Montoya, 2007).

3.6.3 Uso de la Fauna

En el Municipio de La Paz, la fauna y derivados de la misma son utilizados para diferentes fines (mágicos, alimenticios, medicinales ó como mascotas). El principal uso de la fauna es como alimento como una forma de obtener proteína animal, pero en calidad de alimento de subsistencia (Tabla 3.6.3.1).

Tabla 3.6.3.1
Especies de fauna silvestre, utilizadas para diferentes fines en el área del Municipio de La Paz (La Paz), Bolivia.

*Son las siglas en ingles de la Convención Internacional del Tráfico y Comercio de las especies de fauna silvestre.

La caza de subsistencia familiar a veces se entremezcla con una obtención de presas destinadas parcial o totalmente a los comercios de carne, locales o regionales (para otras familias de la comunidad, para otras comunidades o para restaurantes), esto también como parte de las estrategias de supervivencia familiar de los cazadores, haciéndose selectiva, hacia presas preferenciales como taitetúes, agutíes (jochis) o venados, lo cual obliga a los cazadores que abastecen regularmente carne a terceros, a ingresar a lugares más alejados del monte (Ribera, 2008). En el valle de La Paz, los campesinos eventualmente cazan animales dañinos para la cosecha, como en el caso de la liebre ( Lepus europaeus) o el hurón ( Galictis cuja), animales considerados plaga de las cosechas, a lo largo de las regiones de cultivos agrícolas de Chinchaya, Chicani, y más comunes en Mecapaca y Rio Abajo. Una actividad que se ha detectado en ciertas regiones del valle de La Paz, es el de la cacería furtiva por parte de personas citadinas que suelen recorrer ciertos lugares como la Muela del Diablo o sectores del Rio La Paz, como Ananta, Llacasa para cazar animales como las vizcachas o perdices. En una oportunidad encontramos municiones de escopeta en las inmediaciones de la meseta de Llacasa, donde también encontramos municiones del ejército, en este sector como en Achocalla solían frecuentar los militares para hacer revista y para alimentar a la tropa, a menudo frecuentando la caza de animales silvestres.

El uso de fauna por pobladores locales y gente que trabaja en las diferentes plantas hidroeléctricas del Valle de Zongo es prácticamente nulo. La gente caza ocasionalmente animales de monte en sus faenas agrícolas, pero no existe búsqueda intensiva de presas por cazadores estrictos. Donde sí, se evidencia caza de animales de monte, aunque aparentemente no a gran escala es en el sector de Zongo-Choro, Monteverde y Apana, donde existen asentamientos de gente proveniente del Altiplano y cooperativas mineras que además de la pesca, frecuentan actividades de caza de animales silvestres. En estas localidades se suelen tener en las casas ciertos animales como loros y monos en calidad de mascotas. En general, la carne de monte cosechada por los pobladores es considerada como alimento de subsistencia.

3.7 IDENTIFICACIÓN DE LAS ESPECIES A MONITOREAR (OBJETOS DE MONITOREO) Y SUS AMENAZAS

Las especies indicadoras (o bioindicadores) son aquellos organismos (o restos de los mismos) que ayudar a descifrar cualquier fenómeno o acontecimiento actual (o pasado) relacionado con el estudio de un ambiente, ayudándonos a determinar alteraciones medioambientales. En general, aquellas que tienen estrechos rangos de tolerancia son mejores indicadores; esto quiere decir que las especies vegetales o animales más susceptibles a los cambios son los mejores bioindicadores (CONAMA, s/a.).

Paralelamente, es preciso conocer el concepto de monitoreo como la colección y análisis de observaciones repetidas o medidas para evaluar cambios en la condición y progreso hacia la obtención de un objetivo de manejo (Elzinga et al., 2001). Aguilar (1997) señala que los bioindicadores se caracterizan por sus posibilidades de previsión en el tiempo, es decir, permiten predecir el comportamiento climático a corto, mediano y largo plazo; pero una mayoría son específicos en este sentido, como por ejemplo los zooindicadores, que predicen a corto plazo.

En este contexto, tomando en cuenta las amenazas a los recursos hídricos y la calidad de aguas del Municipio de La Paz, se ha priorizado un análisis exhaustivo de las especies de fauna a monitorear con una estrecha asociación a los ambientes acuáticos. En este estudio se ha determinado que los objetos de conservación, que según su importancia de conservación son aquellas especies suceptibles a la extinción, porque son principalmente especies amenazadas, raras o endémicas con una considerable reducción de su hábitat y por otra parte son altamente susceptibles a fenómenos de cambio climático. Sin embargo, no todas las especies u objetos de conservación pueden ser monitoreadas porque precisamente son raras. Una especie a monitorear debe tener la misma chance de ser observada durante las diferentes réplicas. Para la selección de la especies a monitorear se ha tomado en cuenta el análisis de sensibilidad de las especies, la asignación de valores conservativos de las mismas y la bibliografía. A continuación presentamos los objetos de monitoreo:

3.7.1 Objetos de Monitoreo

3.7.1.1 Objeto de Monitoreo 1: Comunidad de Macroinvertebrados de las Lagunas Altoandinas

Los macroinvertebrados son utilizados como organismos bioindicadores que permiten evaluar y monitorear la calidad de aguas (Rosenberg & Resh, 1993; Molina, 2004; Rocabado & Goitia, 2011). Los macroinvertebrados acuáticos, tienen un tamaño relativamente grande y pueden ser vistos a simple vista (no < a 0,5 y normalmente > a 3 mm) (CONAMA s/a). Rosenberg & Resh (1993) indican que los macroinvertebrados son de tamaño grande (miden entre 2 mm hasta 30 cm). Estos comprenden principalmente artrópodos, entre los que encontramos crustáceos e insectos (son los más abundantes, sobre todo sus formas larvarias): Ephemeroptera, Plecoptera, Trichoptera, Coleoptera, Odonata y Diptera; también se encuentran oligoquetos, hirundineos y moluscos (Anexo 1).

Rocabado & Goitia (2011), indican que la gran diversidad taxonómica, tipo de alimentación y sus diferentes ciclos de vida hacen de los macroinvertebrados, buenos indicadores de la calidad ecológica de los ríos y fuentes de agua, ya que ofrece un amplio espectro de respuestas a las diferentes perturbaciones ambientales, entre ellos destacan los macroinvertebrados bentónicos (organismos que habitan el fondo de los ríos o lecho fluvial) y estos organismos son utilizados como indicadores biológicos por las siguientes razones:

  • Son de amplia distribución, abundantes y de fácil recolección por su tamaño que los hace visibles a simple vista.
  • Se encuentran en todos los sistemas acuáticos, favorecen los estudios comparativos. La taxonomía de varios grupos es conocida y su identificación es menos compleja comparada con grupos inferiores como algas, bacterias u hongos.
  • La técnica de muestreo es relativamente sencilla y con equipos poco costosos.
  • Existen numerosos métodos para el análisis de datos, incluyendo índices bióticos y de diversidad, los cuales han sido utilizados ampliamente en biomonitoreo a nivel comunitario y de respuestas individuales.
  • Luego de una perturbación al medio acuático, requieren un tiempo mínimo para su recuperación.

Entre estos organismos se encuentran el grupo de los macroinvertebrados bentónicos, que son organismos que habitan el fondo de sistemas acuáticos, nos sirven como indicadores biológicos por:

  • Su gran diversidad y son consideradas especies con diferentes niveles de tolerancia a la contaminación.
  • Su muestreo e identificación es sencillo.
  • Duración de sus vidas en torno a un año, por lo que nos da una información amplia de lo que ha pasado en el curso de agua (lago o río). Por ejemplo, si hay un vertido tóxico a los días la corriente arrastrará los contaminantes y los análisis fisicoquímicos mostrarán el agua en buenas condiciones, pero los animales seguirán afectados.

Un primer grupo es representado por los macroinvertebrados vulnerables o altamente sensibles a la contaminación de los ecosistemas acuáticos y se consideran los más sensibles a las condiciones físico-químicas y calidad de las aguas; en este grupo se debe tener mayores recaudos al momento de identificar y realizar los muestreos (Tabla 3.7.1.1.1).

Tabla 3.7.1.1.1
Macroinvertebrados bioindicadores de la calidad de aguas, considerados Ältamente sensiblesö vulnerables (grupo 1) a la contaminación en humedales del Municipio de La Paz.

Los grupos más sensibles a las alteraciones del ecosistema son las larvas acuáticas de los insectos Trichoptera, Ephemeroptera, Plecoptera, y las larvas y adultos del orden Coleoptera (Tabla 3.7.1.1.1). Estos insectos son ältamente sensiblesä la contaminación y a la degradación de los ambientes acuáticos (Rocabado & Goitia, 2011).

El segundo grupo de macroinvertebrados, considera a los organismos acuáticos considerados älgo tolerantesä la contaminación de las aguas, su muestreo nos da la pauta de la calidad de las aguas con contaminación intermedia (Tabla 3.7.1.1.2). Finalmente, consideramos al grupo de organismos macro-invertebrados considerados ¨tolerantesä la contaminación, un predominio de estas comunidades de macroinvertebrados indica ambientes acuáticos altamente contaminados (Tabla 3.7.1.1.3). Este grupo es altamente resistente a la contaminación orgánica y en ella se encuentran los gusanos (Olygochaeta), larvas de mosquitos (Diptera) y moluscos (Mollusca) (Rosenberg & Resh, 1993; Rocabado & Goitia, 2011). Alonso & Camargo (2005) indican que entre las estrategias de los organismos para soportar estas condiciones se encuentran la alta tolerancia a compuestos tóxicos o la corta duración de sus ciclos de vida, lo que les permite soportar condiciones adversas.

Tabla 3.7.1.1.2
Macroinvertebrados bioindicadores de la calidad de aguas, considerados Älgo tolerantes¨ (grupo 2) a la contaminación en humedales del Municipio de La Paz.
Tabla 3.7.1.1.3
Macroinvertebrados bioindicadores de la calidad de aguas, considerados ¨tolerantes¨ (grupo 3) en humedales del Municipio de La Paz.

3.7.1.2 Objeto de Monitoreo 2: Comunidad de Anfibios de los Humedales Altoandinos y a lo Largo del Río Zongo en un Gradiente Altitudinal

Desde el año 1980 se está registrando una dramática disminución en las poblaciones de anfibios de todo el mundo, con extinciones locales especialmente en zonas de montaña, siendo considerada como la principal causa de declinación el cambio climático global (Aparicio & Ríos, 2010). El monitoreo del cambio climático en el país es reciente y dirigido principalmente a la emisión de gases de efecto invernadero, no existen ningún proceso de observación sistemática ordenada sobre el efecto de este cambio en la biodiversidad faunística, que es fundamental para los programas de conservación. Los anfibios por su ciclo de vida bifásico, son sensibles a los cambios en las condiciones climáticas de sus hábitats, actuando como bioindicadores de la salud de los ecosistemas. Una experiencia con el monitoreo de 26 especies de anfibios se esta realizando en cuatro localidades del ANMI Apolobamba (Aparicio & Rios, 2010).

Tabla 3.7.1.2.1
Comunidades de anfibios como bioindicadores de la calidad de aguas, considerados para monitoreo biológico en humedales del Municipio de La Paz.

En este contexto se hace muy importante y justificable realizar el monitoreo de las comunidades de anfibios en el Municipio de La Paz, puesto que se encuentran muy estrechamente asociados a ambientes acuáticos y cuya calidad de aguas es crucial para la supervivencia de los anfibios y por consiguiente la preservación de su hábitat. En este sentido, las comunidades de anfibios del Valle de Zongo, revisten mucho interés para la conservación, puesto que existen 15 especies registradas en la región: Rhinella leptoscelis (Fotografía 3.7.1.2.1), R. poepiggi (Fotografía 3.7.1.2.2), Telmatobius bolivianus (Fotografía 3.7.1.2.3), T. marmoratus (Fotografía 3.7.1.2.4), T. verrucosus (Fotografía 3.7.1.2.5), Hyloscirctus armatus (Fotografía 3.7.1.2.6), Hypsiboas balzani (Fotografía 3.7.1.2.7), Pleurodema marmoratum (Fotografía 3.7.1.2.8), Anexo 3.1.20), Noblella sp. (Fotografía 3.7.1.2.9), Oreobates zongoensis (Fotografía 3.7.1.2.10), Pristimantis danae (Fotografía 3.7.1.2.11), P. fenestratus (Fotografía 3.7.1.2.12), P. platydactylus(Fotografía 3.7.1.2.13), Psychrophrynella chacaltaya (Fotografía 3.7.1.2.14) y Yunganastes bisignatus (Fotografía 3.7.1.2.15). Del total de anfibios, seis especies son endémicas (Cortez, 2011), de ellas tres especies ( Telmatobius bolivianus, Telmatobius verrucosus y Psycrophrynella chacaltaya) se encuentran en el Piso Altoandino y parámico y otras tres ( Noblella sp., Oreobates zongoensis, Yunganastes bisignatus) en los Bosques Húmedos de Yungas (Tabla 3.7.1.2.1). Normalmente, las especies endémicas tienen estrechos rangos e distribución o mejor dicho su distribución es restringida, razón por la cual se las considera susceptibles a la extinción, por la pérdida de su hábitat. Todos estos aspectos las hacen principales candidatos como bioindicadores u objetos de conservación y monitoreo.

3.7.1.3 Objeto de Monitoreo 3: Dos Especies de Aves Simpátricas: El Pato de las Torrenteras ( Merganetta armata) y el Mirlo de Agua ( Cinclus leucocephalus), Asociadas a Habítats Acuáticos de Torrenteras y la Gallareta Gigante ( Fulica gigante) en Lagunas Altoandinas

El Pato de las Torrenteras ( Merganetta armata), otra especie categorizada a nivel global como de menor riesgo (BirdLife International, 2009) y al igual que el Mirlo de Agua ( Cinclus leucocephalus), son especies consideradas bioindicadoras de la calidad de hábitat y ambientes acuáticos no contaminados (Tyler & Tyler, 1996).

El Pato de las Torrenteras (Fotografía 3.7.1.3.1) se distribuye a lo largo de los Andes desde Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y la Argentina, desde los 300 hasta los 4600 m. Usualmente son vistos sobre rocas gigantes en las riberas de ríos torrentosos; poseen una gran capacidad para desafiar los rápidos, pero generalmente se mantienen cerca a las rocas y también entre la vegetación ribereña (Fjeldså & Krabbe, 1990). Se alimenta de insectos y moluscos (Rocha et al., 2012); sumergiéndose entre las corrientes, raramente vuela, cuando lo hace es corto por tramos sobre el río, a veces se sumerge enteramente en caso de peligro.

Fotografía 3.7.1.3.1
El Pato de la Torrenteras ( Merganetta armata) (a la izquierda la hembra), una especie con cierta amenaza a nivel global, altamente asociado a fuertes corrientes de agua en ríos de montaña con cobertura boscosa (Fotografía: Daniel Alarcón).

El Mirlo de Agua (Fotografía 3.7.1.3.2), se extiende desde la vertiente este de los Andes de Venezuela hasta el centro de Bolivia (Fjeldså & Krabbe, 1990), entre los 400 a 4100 m en Bolivia (Rocha et al., 2012). Forrajea sobre riscos musgosos y húmedos sobre los arroyos y torrentes de montaña en terrenos pedregosos, rocas aluviales gigantescas, cursos de río, pero raramente nada y nunca se lo ha registrado buceando (Fjeldså & Krabbe, 1990). Vuela bajo pero rápidamente haciendo zumbar las alas. Apunta el pico hacia arriba cuando se siente amenazado. Se lo ha observado a lo largo de arroyos de corriente rápida, en cursos de aguas claras de regiones húmedas y semi-húmedas, a menudo en orillas arboladas.

Fotografía 3.7.1.3.2
El Mirlo de Agua ( Cinclus leucocephalus), una especie estrechamente asociado a corrientes de agua en torrenteras de montaña en el Valle de Zongo
(Fotografía:Daniel Alarcón).

La Gallareta Gigante (Fotografía 3.7.1.3.3a), se distribuye desde en centro de Perú, pasando por el occidente de Bolivia hasta el Lago pozuelos en Jujuy al noroeste de la Argentina y norte de Chile (Fjeldså & Krabbe, 1990). Normalmente quieto y confidente y usualmente en parejas o familias y defiende vigorosamente su territorio y a menudo cruza las aguas corriendo y batiendo las alas (Fjeldså & Krabbe, 1990). Es una especie amenazada en la categoría de Vulnerable y considerada según los censos neotropicales de aves acuáticas como una especie menos abundante y rara en relación a Fulica cornuta y no se tienen medidas de conservación a nivel nacional de la especie (Quiroga & Rocha, 2009). Habita lagunas poco salobres en el piso Altoandino del Valle de Zongo y Hampaturi con vegetación acuática sumergida compuesta por Myriophillum, Potamogeton, Ruppia, Chara y algas filamentosas, constituyéndose el alimento y material para la construcción de sus nidos y se la considera altamente sensible a la contaminación de los ambientes acuáticos por efectos de la minería y diques de colas. Otra amenaza es la recolección de huevos por los pobladores locales (Quiroga & Rocha, 2009). En el área del Municipio de La Paz fue registrado en la Laguna Huaña Khota en el piso Altoandino del Valle de Zongo cerca al Lago Milluni (Fotografía 3.7.1.3.3b).

a)

b)

Fotografía 3.7.1.3.3
a) La Gallareta Gigante ( Fulica gigantea), una ave amenazada categorízada como Vulnerable, fue registrada en la Laguna Huaña Khota.
b) Laguna Huaña Khota(complejo), cerca al campamento de Huayna Potosí
(Fotografías: Omar Martínez).

3.7.1.4 Objeto de Monitoreo 4: La Vizcacha ( Lagidium viscacia)

La Vizcacha ( Lagidium viscacia), es un roedor de tamaño mediano (1-3 kg de peso), miembro de la familia Chichillidae, propia de Sudamérica (Rowlands, 1974; Mann, 1978). La vizcacha se distribuye en Los Andes desde el extremo sur de Perú, el oeste y sur de Bolivia, norte y centro de Chile hasta el oeste de Argentina (Nowak, 1999; Betancourt & Saavedra, 2002). En Bolivia se reconocen tres subespecies de Lagidium viscacia: L. v. cuscus, L. v. cuvieri y L. v. perlutea (Tarifa et al. 2004). La subespecie presente en la ciudad de La Paz y sus alrededores es L. v. cuvieri que se distribuye en los departamentos de La Paz y Oruro (Anderson, 1997) (Fotografía 3.7.1.4.1).

Fotografía 3.7.1.4.1
La Vizcacha ( Lagidium viscacia), una especie con cierta amenaza de extinción local en el Valle de La Paz por la pérdida de su hábitat debido al avance de la mancha urbana
(Fotografía: Omar Martínez).

Siendo una especie común en la región andina de Bolivia, aunque no se asocia a sistemas acuáticos, el hecho que la califica como especie objeto de monitoreo en este estudio, es la pérdida de hábitat de ésta especie en el valle de La Paz, cuya amenaza radica en el avance de la mancha urbana que en muchas zonas como Mallasa, Achumani, Cerro Kellumani, su hábitat se ha reducido significativamente y en muchos casos, las vizcachas han adoptado nuevos tipos de hábitat con barrancos y quebradas abruptas compuestas de suelo arcillosos de origen glaciar ( löss) como en Cota Cota, Cerro Kellumani y Pedregal en la zona sur de La Paz (Tarifa et al., 2004).

3.7.2 Métodos de monitoreo para los objetos de conservación.

3.7.2.1 Objeto de monitoreo 1: Comunidad de macroinvertebrados de las lagunas altoandinas

3.7.2.1.1 Sitios a muestrear

En la Tabla 3.7.2.1.1.1, se muestran los humedales propuestos para realizar muestreos de macroinvertebrados acuáticos, en los humedales más representativos del valle de La Paz. En total son 26 humedales, la mayoría son lagunas de altura, principalmente en la cuenca alta del Valle de Zongo (5 lagunas) y en las cotas mas bajas se proponen dos lagunas ubicadas en la localidad de Achocalla.

Tabla 3.7.2.1.1.1
Humedales Propuestos del Municipio de La Paz para Monitoreo de Macroinvertebrados.

3.7.2.1.2 Materiales

  • Lupa
  • Bandeja plástica (con profundidad de preferencia blanca o amarilla)
  • Tapa plástica de un frasco de boca ancha.
  • Red para insectos
  • Guantes de goma (de lavandería o de los médicos).
  • Botas de agua (recomendable)
  • Claves e ilustraciones de identificación.
  • Papel.
  • Tamizadores.
  • Pinzas.
  • Frascos de plástico con tapa rosca (250 ml).
  • Lápiz.
  • Cámara fotográfica.

3.7.2.1.3 Desarrollo del Método

Se propone elegir cuatro zonas de un cuerpo de agua, dependiendo de la superficie del cuerpo de agua (laguna, bofedal o río). Antes de comenzar a muestrear, se debe mirar desde la orilla la superficie del agua para ver si hay macroinvertebrados nadando en ella, si es así se debe intentar identificarlos y anotarlos en hojas de datos debidamente preparadas. Si no se puede identificarlos, es necesario dibujarlos o fotografiarlos para su posterior identificación con expertos. Se debe mencionar que los muestreadores no requieren ser expertos en macroinvertebrados. La presencia o ausencia de un determinado grupo ya nos está indicando un cambio en la calidad de las aguas muestreadas en un determinado lago, laguna o humedal.

Luego se procede a recoger ciertos sustratos en donde suele posarse los macroinvertebardos como piedras y ramas sumergidas de algunas plantas acuáticas. Todo este material se recoge en una bandeja y se recomienda lavarlas con agua del mismo humedal, luego se devuelven estos materiales al humedal. Se puede utilizar una red para insectos, la misma se debe utilizar pegada al fondo del humedal removiendo el fondo con el pie y moviendo la red a través del agua intentando atrapar la materia en suspensión, luego se saca la red y se deposita el material en la bandeja. También se puede frotar con la mano las raíces sumergidas y rocas, cerca de la red, para que se depositen los materiales.

Se limpia la bandeja de todos los restos de hojas, ramas, piedras, utilizando un tamiz, dejando sólo los macroinvertebrados, se sacan de uno por vez, con la mano o con una pinza, teniendo mucho cuidado de no matar al animal y se lo coloca en la tapa de un frasco con un poco de agua. Posteriormente, se analiza y observa con una lupa cada macroinvertebrado y se compara con las ilustraciones (Tablas 3.7.1.1.1, 3.7.1.1.2, 3.7.1.1.3 y Anexos 3.1.1 al 3.1.12). Aquellos individuos que no puedan ser identificadosdeben ser dibujados o fotografiados para su identificación posterior, luego deben ser devueltos al humedal.

Registramos los macroinvertebardos en una hoja de datos, para analizarlos de la siguiente manera:

  • Mayor presencia del grupo vulnerable: agua de buena calidad.
  • Mayor presencia del grupo semi tolerante: agua de calidad moderada.
  • Mayor presencia del grupo tolerante: agua de pobre calidad.

Mediante el registro del número de individuos, se debe determinar cuál es el orden del grupo animal que domina un determinado humedal (aquella que tenga un mayor número de individuos), también la que tiene menos individuos o si en alguna no se encontraron individuos; se puede generar una discusión en torno a estos resultados y la calidad de aguas.

Rocabado & Goitia (2011), indican que la toma de muestras debe adecuarse al tipo de hábitat lo que implica principalmente el tipo de sustrato. Para sustratos duros (piedras, rocas grandes, madera) y hojarasca o donde existe materia orgánica, se puede utilizar una red Surber o una red de arrastre (tipo kick net) por un lapso de 3 a 5 minutos en todo los hábitats presentes en el tramo del río (muestreo multihábitat), siendo constantes los minutos de colecta para todos los ríos. En los sustratos blandos (arena, limo) es preferible utilizar dragas aunque también se puede utilizar la red Surber. Esta red se coloca en contra de la corriente y con el pie o la mano se limpia y remueve todo el sustrato comprendido en el área de la red, hasta una profundidad de 10 a 15 cm, asegurándose de que todos los organismos además del sustrato fino queden dentro de la red. Se aconseja realizar el muestreo desde río abajo hasta río arriba, si el muestreo se realiza con una red Surber, colectar por lo menos 6 réplicas en función a cada facie o unidad morfo-dinámica ó microhábitat. Se aconseja realizar por lo menos un muestreo en la orilla, es decir en la zona más lentica del microhábitat y otra al centro, tratando de obtenerla mayor representatividad de los organismos del medio acuático. Una vez extraída la muestra, se la debe lavar con abundante agua del mismo río y tamizar la muestra, eliminando todo el sustrato más grande (piedras, troncos, hojarasca).

3.7.2.1.4 El Índice BMWP/ Bol

El índice Biological Monitoring Working Party (BMWP) es un método simple que asigna un puntaje a todos los grupos de macroinvertebrados identificados sólo al nivel de familia, teniendo como requisitos datos cualitativos de presencia o ausencia (Rocabado & Goitia, 2011). El puntaje asignado va de 1 a 10 de acuerdo a la tolerancia a la contaminación. Las familias más sensibles tienen una puntuación de 10 y las menos sensibles de 1. El valor se obtiene por la suma de puntuación correspondiente a cada familia que habita en el tramo objeto de estudio.

La Tabla 3.7.2.1.4.1, presenta los valores de sensibilidad/tolerancia establecidos para el BMWP/ Bol (adaptado para Bolivia) a partir de una amplia base de datos para las cuencas del Amazonas, Endorreica o del Altiplano y del Plata, además de la ponderación con los valores asignados por otros estudios realizados en la región Neotropical. Se considera que el índice BMWP/ Bol, se puede aplicar, especialmente a las zonas regiones altoandinas y los valles interandinos (Rocabado & Goitia, 2011); como en caso de la Cuenca del Rio Kaluyo, Hampaturi y Valle del Rio Zongo en el municipio de La Paz.

Rocabado & Goitia (2011), sugieren introducir el puntaje promedio por taxón, denominado ASPT (Average Score per Taxón), que es el puntaje obtenido por el índice BMWP/ Bol dividido entre el número de grupos presentes. Estos valores se encuentran entre 0 y 10; valores bajos de ASPT relacionados a valores bajos de BMWP/ Bol, indicarán con mayor precisión las condiciones críticas de medio acuático. Las puntuaciones asignadas por familia de acuerdo al índice BMWP/ Bol se presentan en la Tabla 16, que incluye a los taxones de macroinvertebrados encontrados en Bolivia.

Tabla 3.7.2.1.4.1
Grupos faunísticos de los macroinvertebrados y la asignación de valores a través del índice BMWP/ Bol para las familias representativas en Bolivia.

La ventaja de este índice se basa en al confiabilidad de los resultados, la rapidez y sencillez de su utilización, con ahorro de costes y de tiempo. En la siguiente Tabla 3.7.2.1.4.2, se presenta los rangos que determinan las clases de calidad de agua, establecidos para el índice propuesto BMWP/ Bol y la representación en colores. Para más información se puede ver Rocabado & Goitia (2011).

Tabla 3.7.2.1.4.2
Clases de calidad, valores asignados al BMWP/ y colores propuestos para la categorización de las aguas en el Municipio de La Paz.

3.7.2.2 Objeto de Monitoreo 2: Comunidad de Anfibios de los Humedales Altoandinos y Cursos de Aguas del Río Zongo a lo largo de un Gradiente Altitudinal

Para la identificación y reconocimiento de las especies de anfibios se sugiere el apoyo de libro: Los sapos del valle de Zongo de Cortez (2011) que se encuentra disponible en la red. Mayor apoyo para las identificaciones ver Anexos (3.1.13 a 3.1.24).

3.7.2.2.1 Materiales

  • Linternas de cabeza.
  • Linterna de mano (de largo alcance tipo Miglite).
  • Pilas extra recargables (tipo alcalinas).
  • Guantes de goma (de lavandería o de los médicos).
  • Botas de agua (recomendable).
  • Lavandina.
  • Bolsas ziploc medianas.
  • Impermeable o poncho de lluvia.
  • Repelente para mosquitos (en tierras bajas).
  • Claves e ilustraciones de identificación.
  • Papel.
  • Lápiz.
  • Cámara fotográfica.

3.7.2.2.2 Desarrollo del Método

En un contexto global, los anfibios están en riesgo y muchas especies están desapareciendo, principalmente por la transmisión de enfermedades (Cortéz, 2011). Por tal motivo, el equipo y la ropa, incluidas las botas de campo deben ser desinfectadas con lavandina antes de realizar los recorridos una localidad dada, evitando convertirse en un agente de transmisión de enfermedades y ayudando a la conservación de este grupo tan susceptible a fenómenos de cambio climático.

De manera general se propone hacer recorridos en humedales de altura (bofedales y en deshielos del piso subnival de Huayna Potosí) del valle de Zongo, cubriendo un gradiente altitudinal en la cuenca alta de este valle hasta las tierras bajas de la plantas de Cahua y Harca, a lo largo del río Zongo. Ciertas lagunas de la cuenca alta del valle de Zongo como la de Vizcachani, Ventanani son sugeridas para este cometido.

El método consiste en recorridos a pie ó caminatas libres en ciertos hábitats como los bofedales, buscando anfibios debajo las piedras, pastos y bordes de arroyos. Cuando se muestrea una laguna se sugiere recorrer todo el perímetro a nivel de las orillas y si la laguna no es profunda se puede entrar un poco tomando siempre los recaudos necesarios. En las cotas bajas de la cuenca de Zongo, se sugiere monitorear ciertos puntos a lo largo del Rio Zongo, tomando como referencia los puntos geográficos que coincidan con las plantas hidro-eléctricas.

La mayoría de los anfibios son nocturnos, por lo tanto, para observarlos en el campo se necesita una buena linterna. Es importante mantener silencio durante los recorridos nocturnos, y fijarse bien donde se pisa y posa la mano, puesto que los anfibios no son los únicos que salen de noche. Para poder observarlos se debe estar atento, afinando la vista y el oído, puesto que suelen mimetizarse con el sustrato y a veces el reconocer el canto determina y ubica su posición.

Una vez detectado un anfibio se debe coger el animal violentamente con la palma de la mano (se sugiere usar guantes de plástico desechables, puesto que ciertas ranas expulsan una sustancia irritante a la piel o simplemente como mecanismo de defensa para poder zafarse de la captura), para depositarlo momentáneamente en una bolsa plástica gruesa (polipropileno) tipo ziploc, dándole aire necesario.

Se recomienda en la mayoría de los casos hacerles unas medidas biométricas, solo de largo-rostro-cloaca (LRC) (desde la punta de la cabeza ¨rostro¨ hasta la cloaca) en cm con una regla, también puede ser el largo de las piernas, muslos y pies; luego compararla con las guías de identificación y tomarle fotografías necesarias para consultar con expertos. La manipulación no debe extenderse más de los 5 minutos, para finalmente, devolverlos a su hábitat.

En general, la interpretación de resultados de los muestreos de ranas (anfibios) se la debe interpretar mediante el análisis de presencia/ausencia. En este sentido, los muestreos iterativos a lo largo del tiempo deben indicar que cuando se ha registrado la presencia de anfibios en ecosistemas acuáticos (lagunas, bofedales y turberas) indican buena calidad de los ambientes acuáticos y contrariamente, la ausencia de los anfibios debe indicarnos ambientes degradados.

3.7.3 Objeto de Monitoreo 3: Dos Especies de Aves Simpátricas: El Pato de las Torrenteras ( Merganetta armata) y el Mirlo de Agua ( Cinclus leucocephalus), Asociadas a Habítats Acuáticos de Torrenteras; y la Gallareta Gigante ( Fulica gigante) en Lagunas Altoandinas

3.7.3.1 Materiales

  • Binoculares (recomendable 8 x 35 ó 10 x 50).
  • Botas de agua (recomendable).
  • Impermeable o poncho de lluvia.
  • Repelente para mosquitos (en tierras bajas).
  • Claves e ilustraciones de identificación.
  • Papel (Libreta).
  • Lápiz.
  • Cámara fotográfica.

3.7.3.2

Desarrollo del Método

Se propone un recorrido en movilidad a lo largo del camino que desciende al valle de Zongo, a velocidad lenta (< 20 km/hora), cuando se recorre bordeando el río y cursos de aguas. Tomar mucha cautela cuando se llega al Rio Zongo, entre las Plantas hidroeléctricas de Zongo (Chururaqui) y Botijlaca. Se sugiere hacer recorrido a pie de tanto en tanto (500 m de distancia) a partir de Botijlaca y luego continuar con movilidad a velocidad lenta (< 10 km/hora). No debe dejarse de perder la vista del Río Zongo. En lugares donde la vegetación es densa y o permite visualizar el curso del río, se sugiere hacer recorridos a pie. Dos monitores (observadores pueden hacer el recorrido para la toma de registros del Mirlo de Agua y del Pato de las Torrenteras. El recorrido termina en la planta hidroeléctrica Central Huaji. De ahí se puede hacer un recorrido por la senda que va a Huaji (por lo menos 1 km), siendo un recorrido totalmente de bajada, esto facilita esfuerzos sobre todo cuando se hacen recorridos a pie.

El monitoreo de la Gallareta Gigante ( Fulica gigantea) se concentrara en el Piso Atoandino del Valle de Zongo, es decir, se debe cubrir todas las lagunas de la puna y páramo principalmente en el Valle alto de Zongo, laguna Huaña Khota (donde fue registrado en este estudio - agosto de 2012), en el complejo de lagunas de Milluni, Laguna Pata Khota, Laguna Ventanani (este sitio donde fue anteriormente registrada por el autor); lagunas Kellhuani, Laram Khota y Chacaltaya en el sector del Cerro Chacaltaya y el complejo de Siete Lagunas de Kaluyo, incluidas las lagunas de Limani, Khota Canchi y Killan Khota en la ceja de Achachicala-Kaluyo. Muchas lagunas están en complejos como el de las Siete Lagunas o del complejo Milluni y su muestreo se lo puede efectuar en un solo día, tomando las observaciones por laguna que no toman más de 15-30 minutos.

Cuando se avista una determinada especie debe anotarse:

  • El número de individuos por especie.

  • En el caso del Pato de las Torrenteras, la hembra y macho difieren en patrones de coloración del plumaje, se debe distinguir el número de individudos por sexo.
  • En relación a las parejas de patos, en época de reproducción se deben contabilizar el número de crías.
  • En el caso de las Gallaretas se debe tomar en cuenta si están construyendo nidos (época reproductiva) y se deben contabilizar el número de crías y parejas.
  • Se debe geo-posicionar los puntos de referencia de los individuos o grupos vistos para la elaboración de mapas temáticos.

3.7.3.3 Frecuencia

Este muestreo se puede realizar cada tres meses, aunque lo ideal sería realizarlo una vez por mes, para así tener un control total de las poblaciones de estas dos especies. La observaciones del Mirlo de Agua, aparentemente son mas dificultosas por el tamaño más pequeño del ave, puesto que también suele ir escondido entre matorrales (p. e. helechos) ribereños, por eso se debe tener mayor cautela al detectar esta especie.

3.7.4 Objeto de Monitoreo 4: La Vizcacha ( Lagidium Viscacia)

3.7.4.1 Sitios a muestrear

En la Tabla 3.7.4.1.1, se muestran los sitios propuestos para realizar muestreos en los humedales más representativos del valle de La Paz (Tarifa et al., 2004), a la cual se añade la localidad de Llacasa, donde se ha identificado un sitio con hábitats de barrancos abruptos ( badlands) en los que se ha encontrado una interesante población de Vizcachas, mientras se realizó un estudio de monitoreo de Tarujas ( Hippocamelus antisiensis), recientemente redescubierto en el Valle de La Paz (Martínez, 2009; Rechberger et al., in press). El hábitat de las Vizcachas de este sitio se ve amenazado porque en las cotas más bajas de esta localidad se están aplanando los terrenos para habilitar urbanizaciones y con proyecciones para los mismos fines en la meseta de Llacasa, incrementándose la mancha urbana en desmedro del hábitat de la Tarujas y Vizcachas de la región.

Tabla 3.7.4.1.1
Sitios propuestos en el Valle de La Paz (Municipio de La Paz) para monitoreo de la Vizcacha.

3.7.4.3 Desarrollo del Método

Este monitoreo propone continuar y consolidar los datos obtenidos en dos muestreos puntuales realizados en 1999 y 2003 por Tarifa et al. (2004). Se trata de evaluar el grado de intervención humana en cada sitio usando nueve criterios cualitativos indirectos: residuos sólidos, heces de animales, excrementos humanos, estado de la vegetación, construcciones civiles, animales domésticos, derrumbes, cazadores y/o cartuchos y accesibilidad del sitio. A cada criterio se le atribuyen cuatro grados de intensidad usando valores numéricos entre 0 y 3. El valor cero significa intensidad nula del criterio, mientras que los valores de 1 a 3 sirven para indicar la presencia del criterio en tres grados de intensidad de intervención. Para cada uno de los sitios investigados se determina el valor de cada criterio y se lo compara con las características de todos los sitios. La suma de los valores de cada uno de los nueve criterios da el valor de intervención humana en cada lugar. En el rango de 1 a 27 se define tres grados de intervención: baja de 1 a 9, media de 10 a 18 y alta de 19 a 27 (ver más detalles en Tarifa et al., 2004).

La Vizcacha no está asociada a ambientes acuáticos. Sin embargo, su importancia como especie para monitoreo radica que en la ciudad de La Paz y sus alrededores se encuentra en peligro de extinción local, por la pérdida de hábitat y se requieren medidas urgentes para preservar su hábitat, ante el inminente avance de la mancha urbana.